En este artículo estoy copiando de forma íntegra lo escrito por la directora de la División de Relaciones Institucionales y Comunicaciones de la Asociación de Guatemala de Exportaciones, Fanny D. Estrada.
Muchas veces no se nos hace caso a las advertencias de cómo reformas y críticas pueden destruir una industria. En este caso aprovecho, para aquellos que constantemente critican el modelo de zonas francas, a que nos veamos en el espejo de los guatemaltecos.
Pero el artículo se titula: “Salida silenciosa”, refiriéndose a la estampida de empresas de zonas francas debido a la modificación del modelo económico de zonas francas. Yo he agregado “muerte avisada”, porque esto está sucediendo con nuestras industrias fuera del modelo de zonas francas.
Cada año perdemos más importancia no sólo en el producto interno bruto, lo que es peor, cada año perdemos más empleos productivos y al igual, como dice el artículo que copio más abajo, es una lástima que en algunos medios se pida “castigo para las empresas, póngales obstáculos y háganle la vida imposible, hasta que desaparezcan”. Termina relatando cómo, con toda razón, nuestra activa directora ejecutiva del Consejo Nacional de Zonas Francas, Luisa Fernández, aprovechó la “salida silenciosa” de Guatemala para atraer empresas a nuestro país y generar empleos. Pero este esfuerzo puede no generar frutos si seguimos por el camino de destruir los aparatos productivos del modelo nacional y del de zonas francas.
A continuación copio textualmente lo dicho por la licenciada Estrada:
“Como en las épocas del circo romano, el pueblo pide sangre y sólo basta escuchar los programas en algunas radios para escuchar esa voz gritando castiguen a las empresas, pónganles obstáculos, háganles la vida imposible, hasta que desaparezcan.
Y no estoy hablando sólo de esos programas que sirven para que el odio se multiplique a otros oídos, sino también de grupos, oficinas, centros de estudio y porqué no decirlo, también mandos medios de entidades públicas, que también albergan esos sentimientos por ideología o porque nunca tuvieron el valor de apostar sus ahorros en un emprendimiento y mojarse los pies sacando adelante una actividad económica y sufriendo porque se llegó el día de tener que pagar la planilla cuando el negocio no dio los ingresos necesarios, y tienen que cumplir con la inexorable responsabilidad de pagar salarios.
Probablemente estas personas ni siquiera se ponen a pensar que su vida y la de sus familiares dependen de un negocio que emprendieron o de un empleo en algún almacén, fábrica, oficina, construcción, medio de transporte, restaurante o una gran empresa.
Otras dependen de salarios que son pagados con los impuestos que pagan los que tienen ingresos por los empleos antes mencionados. La consigna es que si usted emprende un negocio, no se le vaya a ocurrir crecer y tener muchos empleados porque se convertirá en un empresario y por lo tanto pasará a ser malo por haber tenido éxito.
Vuelvo a reiterar que si alguien incumplió con la ley deliberadamente o porque los corruptos lo extorsionaron, tendrá que pagar su culpa, pero no por ello, todos los demás merecen la hoguera.
Pues quiero informarles que tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe. Sí, tenemos varias empresas saliendo del país, muchas inversiones nacionales ubicándose en otros países en una romería silenciosa pues ni siquiera quieren que se sepa que se van.
Simplemente despiden a sus trabajadores cumpliendo con todas las obligaciones laborales que manda la ley, y cierran sus puertas.
Algunas trasladan su maquinaria y equipo y otras la están dejando tirada para ver si algún día otro loco empresario la compra y decide correr suerte en un país donde ser empresario pequeño o grande es rechazado.
Porqué no confesarlo, mi enojo en este artículo es porque hace 3 días tuve una reunión virtual con 17 países de América, incluyendo USA y España, donde compasivamente mis colegas de promoción de exportaciones e inversiones me decían: “¿Estamos atendiendo a tus empresas porque planean moverse con nosotros… que les hicieron en Guatemala?”.
Y con toda franqueza, mi colega de República Dominicana me decía… yo me quise adelantar y de inmediato me fui a Guatemala y logré reunir en un hotel de la zona 10, a 132 empresas para motivarlas a venirse con nosotros, donde les pondremos la alfombra roja porque aquí, sí necesitamos los empleos y con un solo empleo que logremos, ya sacamos una familia adelante (algunos de los lectores habrán leído esa noticia que fue cubierta por varios medios locales).
Finalmente quiero aprovechar todo el contexto anterior, para dejar dos peticiones concretas: al congreso, arreglen ese artículo que le cortó la cabeza a muchas actividades productivas en las zonas francas y paren el éxodo de empresas; y al Ejecutivo, saquen el reglamento a la ley 19-2016 que debió haberse publicado hace 2 meses.
Den un poco de certeza, porque cuando el número de desempleados aumente, será demasiado tarde”.
Muchas veces no somos capaces de aprender en cabeza ajena. Ojalá esto sirva para aquellos que combaten a los dos sectores sin entender la importancia de cada cual y más aún, crear las condiciones para que el sector productivo nacional se convierta en un verdadero suplidor de las zonas francas, sin obstáculos y sin hacerle la vida imposible a ninguno de los dos sectores.