Conozco pocas cosas tan renovadoras después de una decepción, una pérdida o un aparente fracaso, como tomar un nuevo aliento, renovarte en un profundo respirar y llenar la mente como globo para que vuelva a volar lejos, a soñar grande y a reír fuerte!
Es esa sensación inigualable de vida que triunfa sobre la muerte; esa certeza absoluta de que hay un milagro para ti aun cuando estamos en medio de la nebulosa, la seguridad palpitante de que no todo está perdido y solo se esfumó lo que nunca iba a ser. Pues a pesar de que estuvo en tu mente no era parte del guión! Es habilitar tu entendimiento y aceptar que “creer” ensancha tus posibilidades y tener fe en Jesús rompe tus límites!