Las recientes remociones en la Policía Nacional se producen en medio de rumores de alegados descontentos internos por la confirmación de la actual jefatura.El pasado lunes, elCaribe publicó que algunos generales no vieron con buenos ojos que el presidente Danilo Medina dejara a José Armando Polanco Gómez como jefe de la Policía. Entre estos altos oficiales se mencionaban a Manuel Castro Castillo, director regional Este, con asiento en La Romana, y Francisco Romer López, exdirector Regional Cibao Central, con sede en Santiago.
Y aunque la Policía negó públicamente que exista algún descontento, el pasado miércoles, un día después de lo publicado por elCaribe, Polanco Gómez destitituyó a Romer López y nombró al exvocero de la Policía, Máximo Báez Aybar, en la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim).
Báez Aybar es considerado pieza importante del anillo de colaboradores que, desde que fue designado en el cargo, mantiene a su lado Polanco Gómez.
Romer López pasó a dirigir el departamento de Operaciones Especiales. El Cibao Central será comandado por el general Héctor García Cuevas, del equipo de generales de confianza de Polanco Gómez.
Antes de esta designación, García Cuevas era el director del Dicrim, cargo que también ocupó Polanco Gómez, del 3 de marzo al 16 de agosto del año 2010, fecha en que fue nombrado jefe de la Policía, por el entonces presidente Leonel Fernández.
Aunque se le reconoce una gran capacidad, Romer López no es considerado del equipo cercano a Polanco Gómez. Tampoco Castro Castillo, aunque este último no fue removido por su amistad con el ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, quien a su vez proviene de un clan familiar que goza de gran estima y entera confianza del presidente Medina.
De la Cruz Martínez y el general Brown, también
Estos cambios “rutinarios” relegaron a Romer López, aspirante conocido a la jefatura policial, a un cargo de categoría inferior. Y los generales Juan Ramón de la Cruz Martínez y Juan Jerónimo Brown, también candidatos a jefes policiales, enviados a la Dirección Regional Noreste, con asiento en San Francisco de Macorís, y a la regional Sur Central (Baní), respectivamente.
