Santiago. Tras 38 años de fundación el sector de Cienfuegos, compuesto por 66 barrios y preñados de necesidades sociales, no ha superado la precariedad en el servicio de agua potable.Este colectivo, que según datos de sus activistas sociales, sobrepasa los 200 mil habitantes, espera la construcción de un acueducto prometido por las autoridades del Gobierno Central. La obra los independizaría del sistema de abastecimiento global de Santiago y algunos de sus municipios, el cual es responsabilidad de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).
El 12 de diciembre del 2012, el presidente Danilo Medina prometió que el acueducto sería prioridad y que iniciaría en enero del 2013, pero hasta la fecha los moradores de Cienfuegos no tienen más que la precariedad del servicio y en la mayoría de los barrios solo reciben el líquido algunas horas al día.
Los reclamos
Claribel Pérez, sabe que hay posibilidad de no tener agua potable este jueves, por eso realiza todas las tareas cotidianas que puede. Afirmó que reciben el servicio interdiario y agregó que tienen la desventaja de que llega con poca presión.
“Hoy tenemos agua, pero se va a las 3:00 de la tarde y llega mañana a las 5:00 de la madrugada, pero cuando llega, es un chorrito”, afirmó María Esmeralda, quien reside en la parte céntrica de Cienfuegos.
El acueducto para este sector, fue la cuarta obra anunciada como prioridad, por el Gobierno Central para Santiago, de un total de 10 que se enumeraron en un encuentro con el presidente de la República, Danilo Medina, en la Pontificia, Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
El acueducto para Cienfuegos ha sido una de las obras más demandadas en la región norte ya que hay más de 200 mil personas afectadas.
Se quedó en un simple anuncio de campaña
Sobre el cacareado y no iniciado acueducto para los barrios de Cienfuegos, el profesor y periodista Hipólito Martínez, quien promueve el proyecto de ley que busca convertir a Cienfuegos en el municipio Santiago Oeste, lamentó que esta obra, se haya quedado en simples anuncios, mientras las familias que residen en estas comunidades son las que sufren las consecuencias.