El propósito fundamental del diálogo llevado a cabo por el gobierno, el Colegio Médico Dominicano (CMD) y otros gremios, es que los ciudadanos puedan contar con un servicio de salud de calidad. Entiendo que la construcción de consenso en esta importante área, tiene como centro la definición e implementación de políticas que permitan atender a la gente en condiciones dignas. Siendo así, no se pueden escatimar esfuerzos en la continuidad de un diálogo que deberá conducir a acuerdos mínimos, quizás no los mejores pero sí los posibles, que contribuyan a enfrentar los serios problemas que prevalecen en el sector salud.
Algunos sectores han criticado la duración del diálogo, señalando que cuatro meses es mucho tiempo para las negociaciones. Sin embargo, los aspectos concernientes a la salud son muy complejos y su discusión involucra la participación de los diversos sectores que tienen responsabilidad en este tema y por lo tanto, no es el tiempo, sino la calidad de los acuerdos lo relevante. Se trata de buscar soluciones a problemas que tienen décadas sin resolverse. Esta no puede ser una excusa para generar incidentes que retrasen o aborten la posibilidad de establecer acuerdos.
El de la salud, es el tema social más relevante que tiene la sociedad dominicana en el contexto actual. La población espera que tanto las autoridades públicas como los trabajadores de la salud, tengan la madurez necesaria para buscar soluciones al déficit que existe en este sector. En el marco del diálogo, el gobierno ha hecho varias propuestas específicas para atender las reivindicaciones de los distintos gremios de la salud, esta actitud evidencia una voluntad real en la búsqueda de soluciones. Se requiere una actitud de mayor apertura, sobre todo del CMD, para avanzar en el establecimiento de acuerdos sobre los puntos planteados.
Si bien es cierto que los temas de salarios y horarios médicos son importantes, estos no se pueden constituir en obstáculos para avanzar en los múltiples aspectos pendientes. Se debe apostar por la salud del diálogo, ya que el mismo no es solo importante para los ocho puntos identificados en esta fase, sino para abordar una multiplicidad de temas en el área de la salud, a los que hay que darles respuestas.
En definitiva, el diálogo entre el Estado y los gremios de la salud debe tener continuidad más allá del abordaje de los puntos definidos en la etapa actual. Un propósito fundamental de las políticas públicas debe ser el de revertir las precariedades del sector salud. El gobierno y la sociedad deben caminar juntos en el logro de este objetivo.