¿Por qué perdió Roberto?

Roberto Salcedo, al igual que casos similares en nuestra política, una figura popular de la farándula que salta a la política no por su trabajo partidario, sino por la popularidad que tiene en la radio o en la televisión.

Roberto Salcedo, al igual que casos similares en nuestra política, una figura popular de la farándula que salta a la política no por su trabajo partidario, sino por la popularidad que tiene en la radio o en la televisión.
Salcedo fue alcalde primero del gran Santo Domingo, luego de la división permaneció siendo alcalde del Distrito Nacional. En cada elección era un candidato invencible y no sería justo decir que en su prolongada gestión no alcanzó ningún logro para los munícipes.

Logró eliminar los afiches que tanto afectaban visualmente su área de competencia y los candidatos debieron optar por vallas comerciales; rescató una serie de áreas públicas abandonadas que eran utilizadas para ejercicios, reuniones al aire libre, las familias preparaban fiestas y almuerzos donde todos compartían. Afectó mucho su gestión el cambio de uso de suelo que impactó negativamente en zonas residenciales.

Sin embargo, no puso atención a problemas como el caos del tránsito, al sistema de alcantarillado, los semáforos funcionaban precariamente y la recogida de basura, aún cuando mejor que muchos años atrás dejaba mucho que desear.

Para muchos fue una sorpresa haber perdido la importante plaza del Distrito Nacional de manos de David Collado, que apenas hizo campaña por poco más de cuarenta días. A diferencia de otros candidatos que tenían la ciudad inundada de vallas, fueron pocas las que vi de David, no porque no quisiera tenerlas o le faltaran recursos, simplemente el haber entrado tarde, todos los espacios posibles estaban ocupados por otros candidatos a diferentes posiciones que iniciaron sus campañas primero que él.

Sobre la derrota de Roberto se barajan varias hipótesis. Que si no era de la simpatía del sector del presidente Medina; que si tenía de frente una parte del ex presidente Fernández; o que su contrincante estaba apoyado por importantes sectores empresariales. Sin embargo, lo que más influyó en su derrota fue que Roberto se olvidó del partido, llovían las quejas de lo difícil que era de ver. Que no trabajaba en el cabildo, que laboraba en una oficina móvil y todas las teorías más.

Lo cierto es que Roberto se durmió en sus laureles y eso es fatal para un político y para cualquiera. Después de las elecciones desaparecía y eso lo resentía el electorado. Pero lo peor para Roberto fue enfrentar a la clase media y profesional del Distrito Nacional.

Olvidó que muchas personas con influencia en los medios de comunicación, empresariales y profesionales con capacidad de hacerse sentir eran sus electores. En muchas oportunidades su administración fue enfrentada por las violaciones del uso de suelo en áreas residenciales y su mayor enfrentamiento lo fue con el anfiteatro Nuryn Sanlley.

Por más que los residentes en la zona se quejaron de la imposibilidad de conciliar el sueño, de poder entrar a sus casas cuando el anfiteatro estaba en uso, no prestó atención a los reclamos, lo que los munícipes no sólo entendieron como una actitud tozuda del alcalde, sino arrogante.

Nunca, en los años que tengo, había percibido una actitud tan decidida de rechazo hacia un candidato a la alcaldía. Quedó demostrada al momento de ejercer su voto, donde fue abucheado por los electores molestos con su gestión.
Esto debe ser una lección para los políticos, que muchas veces entienden que con grandes inversiones en campañas pueden hacer olvidar que no han satisfecho las necesidades de sus electores. Que no es necesario invertir grandes sumas de dinero para poder ganar. Los mensajes de Collado fueron respetuosos y con propuestas de lo que precisamente demanda la ciudadanía.

Pero lo más importante de esta lección, no es lo que hizo o dejó de hacer. Es que cuando la ciudadanía se empodera puede lograr hacer cambios importantes. El caso de Salcedo fue muy similar al del 4%. Una clase media cansada de que no se cumpliera la ley, y este gobierno en campaña prometió cumplir la ley y así lo hizo luego de ganar las elecciones.

Nos quejamos de muchas de las debilidades de servicios, del incumplimiento de funcionarios en su gestión, pero los verdaderos responsables somos los dominicanos que con el poder que nos da el voto podemos decidir a todos los niveles quién nos conviene y quién no.

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