Quizás escuchar la palabra arrozal haga imaginar un terreno donde se cultiva arroz, es decir, cargado de verdor y belleza natural, pero en el caso de los moradores de La Ciénaga escuchar este nombre es su “peor pesadilla”.Respirar resultó difícil al pasar ayer por la Cañada del Arrozal, en la zona occidental de la cuenca del río Ozama, el hedor que emana de las aguas negras es el pan de cada día de los habitantes de esta comunidad sumergida en la más grande miseria.
El problema de las cañadas, que desembocan en el río Ozama, es el motivo por el cual los miembros de Ciudad Alternativa y Fucosacosigua 27, aseguran que una inversión para salvar el citado río, sin priorizar una inversión social hará que el mismo sea un fracaso y que de nada sirve que se intervenga urbanísticamente para potenciar el turismo en la cuenca sin hacer frente a la situación de pobreza extrema en la ribera del río.
Dijeron que lo correcto es que antes de gastar millones y millones de pesos o dólares para sanear el lugar, primero deben solucionar el problema con las cañadas, en las cuales, además, flotan heces fecales y todo tipo de desechos.
Piden tomar medidas con las industrias que contaminan el río
Yobanny De Jesús, representante de Fucosacosigua dijo que es importante tomar medidas con las industrias que vierten sus desechos químicos en el río, porque de lo contrario los esfuerzos para sanearlo no valdrían la pena.
Y mientras esto no se resuelve, en el callejón San Juan y Los Cubanos, la situación es mucho peor ya que hay más de 500 metros de la cañada que no están tapados. Gerardo Lorenzo, de la junta de vecinos María de la Lucha dijo que, “esta situación es caótica porque las familias están al borde de la muerte. Cuando llueve las casas se inundan de agua con heces fecales”, explicó.
