A pesar de que la sustracción de vehículos en el país se ha reducido sustancialmente en los últimos años, la mayoría de los sometimientos judiciales por esta causa no prosperan, porque casi siempre son tipificados como “robos simples” y los responsables finalmente logran conciliar su situación y quedar en libertad.
Cinco años atrás, el Departamento de Investigaciones de Recuperación de Vehículos de la Policía Nacional recibía entre siete y ocho querellas diarias, de robos de vehículos de distintas marcas.
Sin embargo, aunque actualmente esa frecuencia se ha reducido hasta tres y cuatro querellas diarias, los directivos de este departamento aseguran que cuando la Policía y el Ministerio Público arrestan y someten a los responsables, los procesos se caen con sorprendente facilidad. El comandante del Departamento de Recuperación de Vehículos de la Policía (conocido como Plan Piloto), coronel Guillermo Báez Ubiera, explica que muchas veces son los propios querellantes quienes desisten de continuar la acción judicial, por temor a represalias de los delincuentes que les robaron sus vehículos.
Asegura que a los propietarios solo les interesa que sus vehículos aparezcan, y se preocupan poco por el castigo de los culpables.
Solo los casos que conllevan algún tipo de violencia o en el peor de los casos muertes y lesiones físicas permanentes de las víctimas, son considerados como robos agravados, y entonces tienen mayor posibilidad de ser ventilados en la Justicia, sin que el proceso se detenga por falta de voluntad del querellante.
El coronel Báez Ubiera indica que cuando los afectados no quieren ir a los tribunales para enfrentar a quienes les robaron sus vehículos, terminan conciliando la situación. Y luego los criminales logran quedar en libertad como si nada hubiera pasado.
No obstante esta debilidad, Báez Ubiera asegura que los denunciantes que se arman de valor y deciden someter y darle seguimiento en la justicia a los culpables, han conseguido condenas de hasta 10 años de prisión.
Desde enero hasta marzo de este año, el departamento policial que comanda este coronel recuperó 230 vehículos, de 336 que han sido sustraídos en lo que va del 2013, a nivel nacional. De esta cantidad, todavía quedan pendientes de recuperar 106 automóviles.
Estos vehículos fueron robados por delincuentes de manera particular y por grupos de criminales organizados y expertos en desmembrarlos en talleres clandestinos para venderlos a tiendas irregulares de repuestos, que casi siempre actúan en contubernio con ellos.
Los automóviles sustraídos son también sacados del país por la frontera con Haití. En este año, los agentes investigadores asignados al Departamento de Recuperación de Vehículos Robados han desmantelado cuatro bandas dedicadas al robo de autos en distintos puntos de la geografía nacional.