Como si perdiera la memoria de los hechos, o mutilara su capacidad de sufrir, o no se viera en gran riesgo su honra y su nombre; como aquel que se hace de la vista gorda y deja de lado que vio las consecuencias inevitables y lamentables; como si no hubiese nadie más para rescatarte, así el amor, todo intenta, todo lo sufre, todo lo soporta. El salmista lo expone con iluminadas palabras: “Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen”, Salmo 103.13. ¿No sabes hasta qué punto Dios está dispuesto a pagar por tu rescate? No temas, Jesús no es solamente tu mejor oportunidad, Él es tu única salida. ¡Tu problema solo encaja en sus manos!
¡Pagará tu rescate!
Como si perdiera la memoria de los hechos, o mutilara su capacidad de sufrir, o no se viera en gran riesgo su honra y su nombre; como aquel que se hace de la vista gorda y deja de lado que vio las consecuencias inevitables y lamentables; como si no…