A Jesús Cepeda a penas le salían las palabras al llegar ayer al kilómetro 48 de la autopista Duarte y ver los pedazos del camión donde viajaban sus dos hermanos y otras cuatro personas, que impactó una ferretería y murieron seis personas.Mientras golpeaba con fuerza el camión cargado de madera, solo decía “no puede ser”, y la desesperación se adueñó de él al recibir la noticia de que no hubo sobrevivientes y que en el accidente murieron tres adultos e igual cantidad de menores. La tragedia ocurrió a las 4:30 de la madrugada, aproximadamente, cuando el vehículo se estrelló al chocar contra la ferretería Ciriaca.
De inmediato, Cepeda se montó en su vehículo junto a otro hermano para dirigirse a la morgue de la maternidad de Villa Altagracia donde más tarde reconoció los cadáveres. Las lágrimas no cesaron al ver tirados en el suelo a sus familiares, quienes quedaron literalmente destrozados por el trágico suceso.
“Nosotros no sabemos qué vamos a hacer con esta situación, primera vez en la vida que se nos muere un familiar”, expresó Cepeda con los nervios a flor de piel.
Las víctimas del accidente son los hermanos Santos Alberto Jiménez García, quien iba al volante, y Freddy Francisco Reyes García, así como Clementina Reyes Peguero; esposa de Alberto y su hijo Wilbert, de 11 años, y Kelvin Antonio Velásquez, de 16 años. También un vecino que ayudaba a la familia en el negocio de madera y un hombre solo identificado como “El Chulo”.
Emprendieron un viaje a la muerte
En medio del llanto, Cepeda dijo que sus familiares habían salido del negocio de madera, en Fantino, provincia Sánchez Ramírez, la madrugada de ayer a llevar madera de “Acacia” para unos clientes, en el municipio de Los Alcarrizos, en Santo Domingo.
Hasta ayer a las 12:00 del mediodía aún las autoridades no habían determinado la causa que provocó que el conductor perdiera el control del vehículo Daihatsu, color rojo, sin placa, para luego estrellarse contra el citado negocio ferretero.
Según denunciaron los familiares de las víctimas, desaprensivos robaron parte de la mercancía que cargaban en el camión, pero lo que más les indignó fue el robo de los celulares de los fallecidos.
De su lado, el dueño de la ferretería, Francisco Alcántara, dijo que en el accidente perdió alrededor de un millón de pesos, pero que eso no es nada comparado con perder la vida como ocurrió con esta familia, lo cual lamentó.
“Lo material se puede recuperar, pero lamento la pérdida de la vida de esas personas”, expresó.
Mientras, los lugareños de la comunidad Básima de Villa Altagracia que se encontraban en el lugar del accidente, no mostraron asombro por el hecho, ya que dijeron que ocurren a menudo en la citada autopista.
Pedían a chofer no viajar con tantas personas
Familiares y otros empleados de la maderera, quienes llegaron a la morgue pasadas las 10:00 de la mañana, aseguraron que en reiteradas ocasiones le habían aconsejado a Santos Alberto Jiménez que no ocupara el camión con tantas personas, ya que eso era un peligro, pero éste nunca los escuchó. Francis Morillo, quien lleva siete años trabajando con esa familia, se salvó de ser atrapado por la muerte, ya que fue llamado por teléfono por Santos para que también le acompañara en el viaje, pero se negó diciéndole que si iban tantas personas el no iría. Morillo nunca pudo imaginar que dicha respuesta le salvaría de la muerte. “Hasta guapo se puso conmigo porque le dije que no iba”, apuntó. Mientras que Cepeda expresó que en reiteradas ocasiones le pedía a su hermano Santos que no llenara el camión con tantas personas, ya que antes habían sobrevivido a otro accidente. “Yo le decía, Berto, no andes con tanta gente para que no te pase algo malo, pero no hacía caso”.