Juan Bolívar Díaz Santana fue el ganador del Premio Nacional de Periodismo 2014. Un reconocimiento de sobra justificado por la hoja de servicio de un profesional de su talla.Periodista por vocación y por academia, trabajador incansable, ha asumido el oficio como una religión. En tiempos difíciles, cuando ejercer la libertad de expresión era un peligro, aún como simple comunicador, no vaciló en exponerse, a riesgo incluso de su vida.
Esa conducta lo obligó a seguir el camino del exilio, el cual aprovechó para crecer profesionalmente, hasta retornar al país y retomar su carrera, la cual combinó con el ejercicio de la docencia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde hizo contribuciones importantes en la formación de comunicadores con niveles de criticidad e interpretación de la realidad.
Cuando sintió que los espacios para ejercer el periodismo a que aspiraba no llenaban sus expectativas, no dudó en aventurarse en proyectos comunicativos, como el semanario Firme o el periódico El Nuevo Diario. En tiempos relativamente recientes, supo adecuarse creativamente a la televisión, ya como ejecutivo, o desde la perspectiva del profesional independiente con “Jornada Extra”.
En todo ese peregrinar, Juan Bolívar ha ejercido desde una posición de compromiso ciudadano, apostando a una democracia más cierta, donde impere la justicia, la equidad social, y nunca jamás desfallezca la libertad.
Apasionado defensor de sus ideas, nunca se ha arredrado. Las ha defendido sistemáticamente. Honesto y consecuente, continúa sus combates por puras convicciones.
Por sus cualidades personales y profesionales, ha escalado las más importantes posiciones en la gestión comunicativa, lo mismo que durante su militancia gremial, como defensor de los derechos de los periodistas.
El Premio Nacional de Periodismo 2014 que le ha sido otorgado es más que merecido. Muy justo. Es un galardón al trabajo y a la honestidad que simboliza.
Vayan nuestras felicitaciones a ese ser humano defensor de la democracia, las libertades y los derechos ciudadanos.