1. Aprende acerca de las configuraciones de tu equipo.
2. Mantén limpio el lente de la cámara. Las partículas de polvo pueden afectar la calidad de tus fotos.
3. Cuanto más rápido se tomen las fotografías, más fresca se verá la comida.
4. La iluminación es primordial. La luz natural es la idónea, siempre y cuando sea suficiente. Evita el uso de flash directo pues produce brillos excesivos que dañan la foto.
5. Limpia las manchas de los bordes de los platos.
6. Utiliza encuadres cerrados, de ser posible, pero evita el zoom. Puede pixelar la imagen.
7. ¡Toma muchas fotos! Muévete por la comida para conseguir el mejor ángulo.
8. Cuida el fondo. La composición es muy importante. Utiliza botellas, copas o canastas como ambientación.
9. Descarga aplicaciones que te ayudarán en el proceso de edición de fotos.
10. ¡Resígnate! Algunos platos no lucirán deliciosos por más que te esfuerces.