El teatro musical en el país mantiene un curso dinámico y prometedor, tanto así, que cada vez más jóvenes artistas han encontrado en esta área del entretenimiento el trampolín para sus carreras. En la versión en español de la clásica comedia Desencantada, una de las pocas piezas que ha logrado reunir en el mismo escenario la mayoría de las princesas tradicionales que han protagonizado cuentos de hadas, ofreció una vista halagüeña en ese sentido.
María del Mar Pérez es una joven con un marcado talento que resaltó al interpretar “La Bella Durmiente”, un personaje con el que conectó a la perfección con la actitud relajada de actriz.
Al referirse a Desencantada, la cual se exhibe en el establecimiento Blue Room de Blue Mall hasta el 4 de julio, indica que la obra es de contenido variado, donde el drama y las ocurrencias chistosas imperan sobre el escenario. “Estas no son las princesas comunes de Disney. Estas son las mujeres reales con las que lidiamos en lo cotidiano, llevadas ante ustedes con un humor inteligente, acompañado de una buena dosis de acción, en un espacio donde se le resta importancia a la oposición del machismo. Estamos desencantadas, pero con ayuda de ustedes podremos burlarnos del sistema en el Castillo”, dijo María del Mar. Una vez finalice la obra, la actriz encarará diversos proyectos profesionales relacionados al canto, la escritura y la actuación. Aun así enfatiza ser una persona apasionada que se deja llevar de una intuición fanática del canto y el teatro.
“Nunca estoy inmóvil, siempre mantengo una eterna búsqueda. Me encanta que me llamen para participar en buenas producciones, pero también quiero hacer mis propios descubrimientos”, expresa al periódico elCaribe antes de comentar entusiasmada que hace poco hizo realidad uno de sus sueños: crear su banda musical María del Mar & Band Timeless.
A pesar de que el jazz en el país es un género musical poco comercial, María del Mar reconoce la calidad y el trabajo que otros colegas dominicanos realizan.
Entiende que, a pesar de que los medios de comunicación criollos respalden poco este tipo de propuestas, la masificación del género es cuestión de tiempo ya que poco a poco han logrado cautivar un público que sigue de cerca este apartado musical.
Recuerda que aprendió a amar el jazz desde la cuna, cuando su madre, Rossy Miguel, cantante del género y quién perteneció al proyecto “La gran banda” en 1998, la arrullaba entre sus brazos entonando sus melodías. Actualmente le ha impreso su firma particular al género ofertando una propuestas cargadas de buena lírica y teatralidad.
“Escuchaba los metales, se me ponía la piel de gallinita. Ver a mi mamá cantando me hipnotizaba, sumado con la entrega y genialidad del maestro Gustavo Rodríguez, quien la dirigía… era muy emocionante. Me cautivan muchos géneros y estilos musicales, sobre todo los autóctonos dominicanos y ritmos afro-caribeños. Definitivamente el jazz y sus variaciones me identifican. Aparte de que mi voz, al ser oscura y profunda hace que se dé una buena sinergia”, detalló.
Una agrupación que a pesar de tener poco tiempo de formada clausurará “Santo Domingo Jazz Festival” el próximo 30 de junio.
“Para mí ha sido como un regalo, porque tener el cierre en mis hombros pesa mucho. Todos están en expectativas de lo que va a pasar allí”, expresó la vocalista de la agrupación que junto a los demás integrantes de la banda protagonizará el show “Timeless”.
“Como un bolero” en el Festival de Manizales
La polifacética artista, quien además tiene previsto incursionar en la escritura y dirección del celuloide, está a la espera de concretizar una producción cinematográfica en la que participará. Mientras tanto, espera con ansias que llegue septiembre para presentarse en Colombia. Será en el Festival de Manizales que llevará su show de cabaret-teatro “Como un bolero”.