Cuando un miembro de la familia yanqui se inclina por un pelotero de sus archirrivales Medias Rojas de Boston antes que tomar a uno que fue su compañero durante nueve años, hay que decir que algo anda mal.
Si quien habla es una figura del nivel de Mariano Rivera, se complica más el asunto.
Y cuando el recipiente de unas críticas con cierto camuflaje es Robinson Canó, pues lo menos que se puede decir es que esto pica y se extiende.
Preferiría pensar que Rivera no tiene necesidad de emitir ciertos juicios para promocionar o generar ventas de un libro, pero es un ser humano al igual que todos nosotros, por lo tanto la tentación de caer en ese terreno debe haber rondado por sus predios en cualquier momento.
Independientemente de que Canó se esfuerce al máximo o no, sin importar que nadie juegue más duro que Dustin Pedroia, ese tema de comparaciones y preferencias compete a los cronistas deportivos y a los fanáticos.
Que recuerde, al menos que alguien me saque de mi error, no recuerdo a Rivera, un hombre con categoría de templo en el juego, emitir consideraciones negativas de nadie en lo absoluto. Ni de Joba Chamberlain, quien en público le dijo que “no me mandes a callar”. Eso lo tomó a chiste y manejó la situación.
Chamberlain no está con los Yanquis, pero difícilmente se esgrima el argumento de que su salida tenga que ver con un choque con la leyenda de Panamá.
Mariano fue solidario con Álex Rodríguez cuando pocos defendían al hoy suspendido tercera base de los rayados del Bronx.
Así que no entiendo cómo después que Canó se va de los Yanquis hacia Seattle, lo que dejó un sabor amargo en los 27 veces campeones y su fanaticada, salen tantas cosas negativas.
Al final del camino, Mariano Rivera demuestra que es un mortal de carne y hueso.
Apunte esto
Kevin Durant recibió ayer su premio de Jugador Más Valioso de la NBA…Más que merecido…Solo le falta el anillo de campeón, que esta campaña luce complicado…Lo de Roy Hibbert con Indiana es vergonzoso…Es un cero a la izquierda para su equipo en la cancha.