La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) llegó oficialmente al país en el año 1978, pero es a partir de mediados de los 80 cuando la población tiene mayor conocimiento de su existencia por la difusión de spots por la televisión y la radio, en los que se resaltaban valores humanos, tales como la honestidad, la familia, la solidaridad y la educación, entre otros.
Es una comunidad mundial con 14.4 millones de feligreses, de los cuales 55,410 son misioneros que se encargan de difundir su doctrina que tiene a Dios y a Jesucristo como su centro, además de los profetas, aún en la actualidad. Los mormones cuentan con 28,784 congregaciones.
La dirección más alta que los representa en todo el mundo se denomina “Primera Presidencia”, compuesta por tres personas, cuyos miembros son considerados profetas vivientes y tienen su sede en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos. Les siguen los 12 apóstoles que tienen misiones en todo el mundo. También están los quorumes o grupos “Setentas”, que son las autoridades generales de la iglesia o ministros con autoridad mundial.
Labor social
En República Dominicana son 122,024 los miembros de esa iglesia, distribuidos en 200 congregaciones. Los misioneros suman 530 y cubren casi todo el país.
Además de ayudar a las personas a elevarse espiritualmente y prepararse en el servicio a Dios, los mormones desarrollan diversas acciones sociales, primero a lo interno, con la Sociedad de Socorro que agrupa a más de siete millones de mujeres en el mundo. En el país son poco más de 55 mil. Es la organización de mujeres más grande del mundo.
Tienen su propia presidencia, su presupuesto y su papel es enseñarle a las féminas que asisten a la iglesia a ser mejores esposas, madres, buenas administradoras, a ser autosuficientes y a servir.
Cuentan con un programa de alfabetización y servicios caritativos. Igual pasa con los hombres que están organizados en grupos de sacerdocio. El programa social de la iglesia es amplio, principalmente el de bienestar que es de obra social a lo interno y que comprende un fondo para la educación de sus miembros.
Dentro del Programa de Servicios Comunitarios se destaca el de movilidad, que dona miles de sillas de ruedas , muletas, caminadores y prótesis a la Asociación Dominicana de Rehabilitación y a otras entidades que trabajan con discapacidados.
También Salud Visual que hace operativos y operaciones de la vista; además cuenta con un centro de gestión de empleos, ubicado frente a la UASD. El templo, ubicado entre las avenidas Bolívar y César Nicolás Penson, es la sede principal para el Caribe y desde allí, la labor pastoral para las demás islas, es dirigida por una Presidencia compuesta por tres personas llamadas “Setentas”, considerados profetas. El presidente es el estadounidense Wilford W. Andersen, su primer consejero es su compatriota J. Devn Cornish y el segundo consejero es el argentino Claudio V. Zivic.
Para la República Dominicana la dirección de la iglesia está bajo la responsabilidad de 19 “estacas”, como las diócesis para los católicos, que tiene una presidencia, siempre de tres, pero en este caso todos son dominicanos. Se les llama estacas porque supone que la iglesia es como una casa de campaña que se apoya en estacas.
Cada estaca tiene su feligresía que se reúne en “barrios” o “ramas”. Los barrios son las edificaciones de construcción uniforme más grandes y ramas más pequeñas, lo que es para los católicos las parroquias y capillas. Los barrios tienen su presidencia de tres que se llama obispado, cuyo obispo es una especie de párroco.
Fundamentos de la iglesia
Su nombre de “Iglesia de Jesucristo” le viene porque tienen a Cristo como el eje central de su fe; “Santos”, porque todos sus miembros son considerados santos, como en la iglesia primitiva, aunque no con la connotación de seres perfectos como creen otros y “de los últimos Días” porque se consideran que son de la primera iglesia que fundó Cristo, que dicen, perdura hasta los últimos días.
No se consideran protestantes, porque no nacieron del “protestantismo” que encabezó Martín Lutero.
¿Por qué le llaman mormones? Rafael G. Gutiérrez, director de publicaciones, explica que Mormón fue uno de los últimos profetas que escribió en el libro que lleva su nombre y que utilizan junto a la Biblia, que fue escrito por profetas desde hacía cientos de años y que no contradice ni compite con la Biblia porque es la misma doctrina, pero que relata hechos ocurridos en otro lugar que no era donde vivían los que escribieron la Biblia.
“La iglesia no se llama la iglesia mormona, ni nosotros nos llamamos mormones oficialmente, es un apodo o mote que la gente nos puso por el rasgo distintivo del libro Mormón. Nosotros no incentivamos que nos llamen Mormón, tampoco nos ofendemos porque nos llamen así”, explica. Además de Mormón, existe otro personaje de mucha importancia para los mormones que fue José Smith, un joven de 14 años oriundo de Nueva York, quien en 1820 tuvo una visión de dónde estaba enterrado el libro sagrado en el que se narraba la historia de los descendientes de Abraham.
