Ligia Amada Melo es una mujer, que aunque no lo ostenta, glamorosa, fanática de la moda y el buen gusto. La ministra de Educación Superior hoy nos relata, además, su amor por la lectura y la música.“Trabajo hasta los sábados, pero el domingo es mi día favorito, aprovecho y leo las revistas Hola y Vanidades, y aunque parezca raro, siempre me gusta enterarme de la vida de los artista y del jet set internacional. Lo bonito de todo esto es que comparto con mis hijas la vida de esta ´gente rara´. También me gusta seguir las tendencias en la moda, ambas cosas las hago como un relax, para salirme un poco de lo cotidiano y lo pesado”, afirma la ejecutiva.
1. Mi niñez en La Enea
Soy de un campo llamado La Enea, a 16 kilómetros de Higüey. Allí viví en contacto pleno con la naturaleza. Lo más placentero para mí era vacacionar con mis abuelos en este lugar. Todavía estoy ligada a esta sección, voy con frecuencia, tengo una pequeña propiedad con vacas, la que voy a visitar, sobre todo cuando me nace un becerrito. Estos animalitos, al igual que los caballos, me apasionan”.
2. La adolescencia y mis travesuras
Esta etapa de mi vida fue muy normal, como la de cualquier otra adolescente. Me encantaba hacer travesuras, y una de ellas era montar bicicleta fuera de la ciudad, junto con mis amiguitas. Coger la carretera y mientras conducía soltarme del timón, sentir que la brisa acariciaba mi rostro era algo fascinante. Por supuesto, esto lo hacía a escondidas de mis padres. Pero lo que más me gustaba a esa edad era leer, yo siempre digo que leí toda la biblioteca del pueblo, pero ésta solo tenía dos o tres vitrinas. Heredé el amor por la lectura de mi abuela paterna, ella me indujo a leer las novelas rosa, a escondidas de mi padre me las prestaba, y para que éste no se diera cuenta cuando estaba leyendo alguna, las ponía dentro de un libro de física elemental, en eso pasaba horas, me veía tan concentrada que para él era motivo de orgullo, ja ja ja ja ja”.
3. Mi llegada a la ciudad
Vine a vivir a Santo Domingo para estudiar magisterio, ingresé al internado Félix Evaristo Mejía. En aquel lugar estudiábamos más de 50 muchachas, con muchas de las cuales conservo una bella amistad y algunas han trabajado conmigo en las diferentes posiciones que he desempeñado en mi carrera magisterial”.
4. Vida en familia
Mi esposo, José Martín Cardona, fue buen compañero, teníamos muchas cosas en común: la música, el trabajar en el jardín de la casa, la política, entre otras cosas, siempre nos complementábamos. En particular, los domingos eran mis días preferidos, porque me encantaba cocinar para mis hijos, les hacía pastelitos y pizza, me fascinaba salir con ellos de compras. Estar con mis hijos era un total disfrute, ya que compartíamos en familia”.
5. La pérdida más dolorosa en mi vida
El fallecimiento de mi hija menor ha sido lo más doloroso en mi vida. Sentí mucho el de mi esposo, pero ya sabía que iba a morir; pero la pérdida de mi hija me partió el corazón… no me siento preparada para hablar de esto. Ella era la más alegre de la casa, la que a todos hacía reír, murió de un infarto, y por ser de repente, su muerte resulta ser más dolorosa. Ella me dejó dos bellas nietas a las que adoro con toda mi alma”.
6. Mis viajes
Otro de los placeres que disfruto es viajar, me encanta…, por suerte mi trabajo me ha facilitado recorrer muchos países, donde he podido conocer muchas culturas. Aunque la mayoría de mis viajes han sido por compromisos laborales, viajé cuando era técnica en la Secretaría de Educación, cuando fui directora de Pedagogía en la UASD y, por supuesto, como secretaria de Educación y ministra de Educación Superior. Antes de regresar me tomó uno o dos días para salir y hacer turismo, comprar y conocer los principales lugares del país que visito”.
7. Mis pasatiempos
Mi vida ha transcurrido en un ambiente de tranquilidad y armonía familiar. Las diversiones mías son principalmente oír música, amo la música y, por supuesto, leo mis libros, ¡Ahhhh!, y cuando puedo, como lo que yo quiero y cuanto quiero, principalmente mi comida dominicana, sobre todo un locrio, preferiblemente si es de arenque, con mucha habichuela roja guisada por encima, es mi delirio, y una comida muy sencilla que también me gusta mucho es el arroz blanco con huevos fritos.
8. Adoro la música
Me encanta todo tipo de música. Mi preferida es la clásica, me encanta el tango, nunca lo dejo de oír, soy una gardeliana, mi esposo me asoció al Club Gardeliano, y por supuesto, la instrumental. Me gusta bailar merengue, prefiero los de Héctor Acosta, admiro mucho su versatilidad; también me gusta Fernando Villalona y Johnny Ventura. Ahora bien, indudablemente, cuando se trata de bailar de verdad prefiero la bachata, aprendí a bailarla con el compañero ya fallecido Chehé Luna, yo lo vi bailar un día, en una fiesta del partido, y la verdad que me impresionó. Recuerdo que le dije que me enseñara a bailarla y de inmediato comenzó a darme mis clases de este género tan dominicano; no es que soy una bailarina especializada, pero llevo el ritmo. La verdad me gusta mucho”.
9. Me gusta seguir la moda
Mis hijas me dicen que soy ´una viejita comparona´, porque sigo a la vanguardia de la moda, siempre estoy al tanto de las últimas tendencias, me gusta comprarme ropa que se esté llevando, claro, siempre trato de vestirme de acuerdo a mi edad. Ellas se asombran conmigo porque les digo que me gusta un buen maquillaje y les muestro cómo hacerlo, siempre estoy pendiente de lo que se está llevando”.
10. Mis prendas favoritas
Quienes me conocen bien me dicen ´la señora de las perlas´, éstas son mis preferidas, es extraño cuando no llevo un collar de perlas. La mayoría de mis prendas son de piedras semi preciosas y mi aroma preferido es el de Givenchy, todo lo que sea de él me gusta y, por su puesto, como toda mujer soy una fanática de los zapatos y las carteras.
Pérdida
El fallecimiento de mi hija menor me partió el corazón, murió de un infarto, y por ser de repente su muerte resulta ser más dolorosa”.
Música
El compañero ya fallecido Cheché Luna me enseñó a bailar bachata, lo ví bailar un día, en una fiesta del partido, y la verdad que me impresionó”.
Todo lo que he hecho lo he disfrutado
“He tenido la dicha de trabajar en lo que más me gusta, mi profesión la he podido disfrutar, dar clases es algo que disfruté al máximo, aún lo extraño mucho, y cada uno de los cargos donde me he desempeñado han sido gratificantes para mí, principalmente porque he trabajado en la reforma educativa y en la capacitación de los maestros. Fui por siete años directora de Pedagogía de la UASD, y desde allí pude hacer cambios significativos en la educación y también siendo secretaria de Educación pude realizar muchos proyectos para la capacitación de los maestros, y ahora siendo ministra de Educación Superior, con las becas nacionales e internacionales, ha sido de gran ayuda y de satisfacción para mí ver cómo esos muchachitos crecen y se desarrollan tanto en lo profesional como en la parte humana. El programa de inglés de inmersión, también ha sido de muchísima ayuda a los jóvenes. Otra satisfacción es ver despegar el proceso de reforma para mejoría de su calidad, en conjunto con las universidades”.