Así como está documentado que las “visitas sorpresa” fueron más espuma que chocolate, de 429 promesas Danilo apenas cumplió 43, un 9.9% de efectividad, ahora N-CDN desnuda la falsa graduación montada el sábado por el gobierno y el ayuntamiento del DN, evidenciando que Quisqueya Aprende Contigo, pilar de la “revolución educativa” de Danilo, es otro cuento chino reeleccionista.
La graduación falsa es la punta del iceberg de ese fracaso, porque como es conocido tras bastidores, y no trasciende públicamente todos sabemos por qué, la deserción del programa ronda el 40 %, y hay otros problemas no menos serios. Hay registros técnicos del tema.
Pero el pico de ese imperio del bulto propagandístico y engaños que le dan suspiro a la ambición continuista está en las falsas encuestas que le atribuyen un posicionamiento altísimo a Danilo, que desmienten datos bien concretos de la realidad, y otros que reflejan la erosión que sufre el voto del PLD.
Atribuirle alto posicionamiento a Medina tras la espectacular caída de su favorabilidad en el segundo semestre de 2015 (de 72 a 43%, registró la encuesta empresarial Deloitte) y la recaída después que sus lujosas y enyipetadas romerías reeleccionistas han sido recibidas con indiferencia y rechazo popular.
Una recaída acentuada por la forma en que la gente lo ha visto huir al debate; la autoritaria censura previa a “La Verdad que Danilo Oculta”; su errática promesa en el Conep de crear nuevos impuestos, y el develamiento de la falsa graduación, han resultado un devastador tsunami contra la ambición continuista.
La reelección puede conseguir agradecida, alegre o presionada difusión de sus falsas encuestas, que según Vinicio patrocina Palacio, vía José Ramón Peralta.
Pero el dato de la realidad que derrumba esa falsedad, son los resultados de la JCE: En el PLD sólo Leonel Fernández ha logrado obtener un 49.02 de los votos, en 2004, cuando veníamos de la crisis bancaria de 2003.
Danilo volvió en 2012 al umbral del voto duro del PLD, con un 37.7 %. Puede ponderarse el tema de “los aliados” y la sumatoria de votos, pero precisamente Danilo ha disminuido el voto aliado del PLD como nunca antes.
Desguañangó el Bloque Progresista, hoy sin el Partido Reformista, la FNP y aliados como Max Puig, Minou Tavárez Mirabal y otros. Perdió el apoyo del PQDC, del PUN y otros aliados.
Danilo tiene el apoyo de una microscópica parte del PRD, pero más relevante cuantitativamente es que en las encuestas y, sobre todo en los focus group, hay hasta un 17 % de peledeístas que mantienen firme su decisión de no votar “por esos ingratos”, como tildan a los reeleccionistas, “aunque nos lo pida nuestro Presidente”, como aluden a Leonel.
Ese 17% es el firme rechazo que están encontrando los chicos de los call centers cuando llaman a los compañeros-as a “validarlos” en los padroncillos, y con tanta frecuencia desde el otro lado del teléfono les están dejando caer: “hablamos después de la primera vuelta”.