Cuando faltan horas para que los dominicanos acudan a elegir sus nuevas autoridades, el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia evalúa el proceso electoral que concluirá con las votaciones de este domingo.
Doctor Castaños, ¿qué representa para la democracia del país la falta de una Ley de Partidos? ¿Qué reflejó el proceso que concluirá con las votaciones de mañana?
Los partidos políticos no celebraron primarias, vimos cómo se quisieron comportar en cuanto al porcentaje que se establece de la cuota a la mujer, vimos cómo la Junta Central Electoral tuvo que tomar una serie de medidas para que los partidos políticos se sometieran al imperio de la ley. Vimos cómo se comportaron frente a la JCE. Vimos cómo este proceso es uno de los más dispendiosos y más caros. Vimos cómo la falta de una regulación de ley de partidos políticos ha hecho que muchos de los partidos estén participando en este proceso, con gente que no cuenta con la capacidad para ocupar una posición electiva. Este proceso, lo que te refleja es que no habiendo tenido una Ley de Partidos Políticos, los partidos están llegando a una situación tal, en que ni siquiera las cúpulas los pueden controlar. En ese sentido hay que tomarle la palabra al Presidente Medina, que dijo que inmediatamente concluya este proceso, nos vamos a abocar al conocimiento y aprobación de una Ley de Partidos y a la modificación de la Ley Electoral.
¿Qué tanto afectó a este proceso la falta de adecuación de la Ley Electoral a la Constitución del 2011?
Por no haber modificado la Ley Electoral, que es del año 97, es decir, una Ley que se entendía en la Constitución anterior, hemos visto los inconvenientes que se han presentado, incluso a la Junta Central Electoral, por no haber puesto a tono la Ley Electoral a la Constitución del 2011. Entonces, yo creo que debemos ver este proceso como un diagnóstico, en donde ya teniendo los elementos que están atentando al sistema político de República Dominicana, ver cómo la clase política ya se deja de resistir a la aprobación de estas leyes.
¿A qué atribuye que no se haya aprobado una Ley de Partidos?
Esto se debe a que la clase política se ha resistido a que sea aprobada. Creo que la JCE, los partidos políticos y otras instituciones que hemos venido manejando este tema, debemos sentarnos sobre la mesa, y pienso que la sociedad dominicana tiene que participar en este proceso de reforma, no solamente al sistema electoral, sino al proceso de debate y aprobación de la Ley de Partidos Políticos, porque este no es un tema exclusivo de la clase política, porque los partidos son instituciones de derecho público.
A su entender, ¿cuáles serían las bases sobre las cuales debe edificarse una Ley de Partidos?
En una ley de Partidos Políticos existen tres principios que deberán estar muy claros; el primero de ellos tiene que ver con la transparencia, el segundo es el que tiene que ver con el respeto a la democracia a lo interno de los partidos políticos y el tercer principio, que envuelve aspectos de derechos fundamentales, es el que tiene que ver con equidad. Si por algo se caracterizó este proceso fue por no ser equitativo. No fue equitativo en el gasto que hicieron unos partidos con relación a otros. Por ejemplo, el partido de gobierno, de todo lo que fue el universo, representó más del 65 por ciento de todo lo que se ha gastado en este proceso. Una cosa importante es tener bien claro, el uso que hacen los partidos políticos el dinero que reciben de la JCE, tenemos que identificar a los donantes que vienen del sector privado.
¿Cuál es el mayor temor de los candidatos al acudir a un debate?
Lo primero es que un debate no debe limitarse a una presentación, aquí, en honor a la verdad, no ha habido debate, aquí lo que ha habido son presentaciones. A lo que más le temen los candidatos es a que el debate degenere en un reality show, sobre todo, quienes están en una posición de preferencia, o sea, el que está en una posición de preferencia no quiere someterse a un debate, porque está expuesto a cometer errores y entonces en vez de contribuir a que aumente su simpatía en la ciudadanía, ésta disminuya.
¿Qué opina de las afirmaciones de que el debate les hizo más mal que bien a los candidatos?
Creo que contribuyó fundamentalmente a que la sociedad dominicana tuvo la oportunidad de escuchar de los candidatos las respuestas que ellos daban a las preguntas a las que ellos fueron sometidos. Todos salieron beneficiados, porque tuvieron la oportunidad de realizar presentaciones, que todas fueron muy buenas. La verdad es que fue sumamente positiva la participación de todos.
¿Qué cosas deben tenerse en cuenta en los debates?
Un debate sirve para ver cuáles son las condiciones mentales, cómo se maneja el candidato, cómo maneja sus expresiones, cómo impacta respecto a una pregunta, respecto a un tema conflictivo, como el aborto, el matrimonio de los homosexuales. Es decir, ver cómo reacciona el candidato frente a temas controversiales.
¿Qué tanto le restó al debate la ausencia del presidente y candidato Danilo Medina?
Yo creo que eso deberá de evaluarlo su equipo de campaña. Cada candidato diseña una estrategia, vimos que la del Presidente Medina fue la de no participar en este tipo de actividades y eso, nosotros, como fundación lo respetamos, pero el hecho de que él no participara, no deslució lo que nosotros como fundación nos habíamos propuesto.
Existen opiniones encontradas acerca de los debates presidenciales. Unos piensan que deben ser establecidos por ley y otros afirman que de hacerse así se estaría violando la Constitución, ¿qué piensa usted?
El debate contribuye a fortalecer todo lo que tiene que ver con la democracia, porque la democracia se construye sobre la base del debate de las ideas, por eso es que como herramienta en los procesos electorales se utilizan los debates. Esa es la realidad. Ahora bien, en el marco de la figura del debate, hay un debate, y es cuál sería la modalidad. Existen dos modalidades. Supón que la ley lo que establece dice que los va a dirigir un órgano público, entiéndase, la JCE, ahí tendrán que participar todos los candidatos, porque se trata de una institución pública, la que lo está dirigiendo. Cuando se trata de instituciones privadas como la FINJUS, la ANJE o la Asociación de Diarios, (hay países donde es la Asociación de Diarios la que realiza estos debates), estas instituciones no están obligadas a realizar estos debates, sino a quienes ellos entiendan que son los principales candidatos.
¿Qué opina de la decisión de la JCE de contar de forma manual y electrónico en los tres niveles?
Creo que la Junta, viendo las situaciones que se presentaron, tuvo la madurez de entender el momento y complacer a los partidos políticos. Es que en la mentalidad política cuesta trabajo dar el paso a la modernidad, es una clase que se ha resistido a una Ley de Partidos. Fíjate que ahora ocurre al revés, pues en el pasado, la Junta Central Electoral era la débil y los partidos eran los fuertes institucionalmente.