“Entonces, se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo que gasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”. Mt. 18. 21, 22.
Perdonar cuantas veces sea necesario, a todos por igual, no importa quién sea: tu hermano, primo, padre, madre, hijo, amigo, esposo, esposa…tu enemigo. Lo trascendental es la misericordia ante un corazón arrepentido. No se trata de dejarte tomar el pelo una y otra vez por un sinvergüenza que ofende a propósito para después disculparse irresponsablemente.
De lo que nos habla la palabra es de un corazón sinceramente afligido por el mal que ha hecho. Ese es a quien debemos perdonar cuanto sea necesario. ¿O a caso no lo hace nuestro Padre Dios con nosotros a diario?