Para este abogado, exministro de Estado de Deportes, la influencia de una buena educación y formación de hogar es fundamental en la vida de todo ser humano.Hijo orgulloso de unos padres que siempre le dieron buenos ejemplos en lo personal y en lo profesional, se considera un hombre afortunado que siempre ha tratado de poner en práctica lo aprendido en el hogar.
Tan amante del deporte… que al principio de su juventud pensó que se dedicaría al béisbol profesional, pero no fue así.
Sin embargo, esto no impidió que se mantuviera vinculado a las actividades deportivas y desde su profesión de abogado trabajó para mejorar las condiciones de trabajo de los jugadores de béisbol criollo.
Un poco más tarde, sintió la necesidad de aportar desde la llamada Sociedad Civil, por eso fue coordinador general de Participación Ciudadana.
Lo que más valora es su familia, conformada por su compañera de vida y sus hijos; pero también, el ejemplo de honestidad, responsabilidad y trabajo que recibió de su padre y la enseñanza de amor al prójimo, solidaridad y empatía con que vivió su madre.
1. Sancarleño
Nací en San Carlos, ese es mi barrio adorado. En ese barrio cultive mis amistades. En ese entonces, San Carlos era una gran vecindad. Los san carleños aún nos reconocemos como san- carleños. Tenemos una confraternidad que va más allá de la simple amistad, porque fue la forma de cómo se desenvolvía la vida entonces, donde los vecinos eran los familiares más cercanos. Disfrutábamos mucho las cosas de la infancia y la juventud.
2. Hijo orgulloso
Orgullosamente soy hijo de Luis Scheker Hane, nacido en la ciudad de Santo Domingo, de origen libanés, quien durante muchos años se desempeñó como funcionario público desde diferentes e importantes posiciones, iniciándose como un empleado de la Dirección de Aduanas, de la que llegó a ser, durante seis años, Director General de Aduanas y Puertos. Posteriormente fue nombrado por el Gobierno de García Godoy como director general del Instituto de Auxilios y Viviendas. Fue cancelado por Joaquín Balaguer. Después se dedicó a su oficina de abogados, que es esta en la que hoy estoy yo. Ese fue mi padre, el que se puede considerar un modelo de integridad, de honestidad, de humildad y de trabajo. Valores que aprecio y que trato de seguir. Mi madre siempre fue una mujer muy inquieta. Todo lo que eran problemas, mamá quería asumirlos y resolverlos ella. No tenía mucho chance en la capital, entonces ella se trasladaba a Baní y allí ella reinaba. Allá, en Sombrero, la funeraria y la escuela llevan el nombre de mi madre. Ella fue una persona muy enfocada a lo social. Estaba muy enfocada en prestarles ayuda y solución a los problemas a los campesinos. Ambos fueron de mucha influencia en mi vida.
3. Las vacaciones
Cuando terminaba el período escolar, inmediatamente, en una maletita, que uno no sabía cuántas cosas podían caber ahí, mi mamá ponía las cosas mías y de mis dos hermanos; mi hermana Luisiana, que es abogada, aunque nunca ejerció, y Heriberto, mi hermano menor. Yo soy el segundo de los tres. Entonces, los períodos de vacaciones los pasábamos en el campo. Eso para mí fue una riqueza increíble, porque pude conocer la vida del campo. Allí aprendí todo lo que un muchacho podía aprender, ordenar vaca, achicar los chivos, halar la azada, participar en jornadas de siembra. Aprendí a montar caballos, burros, bañarme en la rigola, volar chichigua, jugar trompo y jugar pelota.
4. La pelota
En mi casa la pelota fue una pasión. Mi papá fue siempre liceísta. Él decía que el que no era liceísta no se sentaba en su mesa a comer. Me desarrollé en el deporte, principalmente en el béisbol. Fui tres veces selección nacional. Mi primera participación fue en el Campeonato Mundial Juvenil, celebrado en Méjico, en el año 1957, y en el año 1979 participé por primera vez en los Juegos Panamericanos de Chicago. Yo era Short Stop. En Chicago, estuvimos compartiendo con Ricardo Carty, con Roberto Peña, una serie de personas que después descollaron mucho en el béisbol profesional. Yo llegué a jugar brevemente con el Licey, pero no terminé la campaña por varias razones. Después vino la muerte de Trujillo y mi incursión en la política.
5. Otro camino
Estudié Derecho y me decidí por ejercer esta profesión, pero pienso que todos debemos amar y practicar el deporte. El deporte es una práctica que ennoblece, porque te da mucha formación para fortalecer el compañerismo, la superación, la disciplina, la determinación. No se hace un atleta simplemente porque quiera serlo, sino porque tiene determinación, talento, disciplina y compañerismo. La pasión es lo que conduce al triunfo. Si no tienes pasión por algo, difícilmente puedas triunfar. En aquel entonces, no se podía vivir del deporte y el pelotero no era una persona acreditada socialmente. Yo tenía unos padres que me dieron una cuna de intelectualidad, de cultura, de estudios. Nosotros tres fuimos muy buenos estudiantes. Somos de la creencia de que el que estudia, el que crece intelectualmente, tiene que ser mejor que el que solamente desarrolla su físico.
6. El secretario de Estado
No me esperaba esa designación. Fui siempre un gran amigo de Jorge Blanco, nos unía mucho la parte profesional. Cuando yo era un pichón de abogado ya yo formaba parte del gremio de la Asociación de Abogados Dominicanos, Adoma, y fuimos a Santiago a alentar a Salvador para que formara la seccional de Adoma en Santiago. Fue una relación muy buena, que se fue reforzando en a medida en que nos fuimos conociendo. Entonces, cuando Salvador decide lanzarse con la candidatura le ofrezco mi colaboración, aunque en ese tiempo ya yo había dejado de ser militante del PRD.
7. A Deportes
Cuando Salvador me llama para que forme parte de su gabinete, me ofrece la Dirección General de Aduanas y Puertos, y yo le digo: “Salvador, el que sabe de aduanas es mi papá”, y él me dijo: “Yo lo que quiero es un hombre honesto”. Palabras textuales de él. Le dije: “Probo y honesto que no domina la materia le pasan por tercera. Si quieres un hombre entendido en esa materia le digo a mi papá que te recomiende a alguien”. Me propuso la presidencia del Tribunal Superior Administrativo. Le dije bueno, soy abogado, con maestría en Administración Pública, tengo estudios de Derecho Administrativo. Entonces me dijo que no habláramos más. Me fui con esa idea. Al poco tiempo Salvador llama a mi compañero de oficina Joselín Rodríguez Conde, que en ese entonces estaba metido en el Comité Olímpico Dominicano, y Salvador lo quería para secretario de Deportes, pero Joselín y Hatuey no se llevaban muy bien. Eran dos temperamentos muy parecidos. Además, en ese momento Joselín estaba desarrollándose en la ganadería y quería dedicarle tiempo a eso. Y el presidente le preguntó que a quién le recomendaba para Deportes, y Joselín le dijo que ese hombre era yo, que quien lo había introducido en el mundo del deporte era yo, y Salvador me dijo: “Luis, pero tú no me habías dicho que sabías tanto de Deporte”. Me reí y le respondí que qué culpa tenía yo de que ellos en Santiago no se enteraran de lo que hacía la gente en la capital. Acepté el cargo y duré los cuatro años.
8. La Sociedad Civil
Por muchos años estuve trabajando con Participación Ciudadana, fui su coordinador general en el año 2005, fui electo de nuevo coordinador, y mi esposa me dijo que eso ya no era posible. Siempre hemos estado de cerca con la Sociedad Civil, creo que es muy importante reforzarla. Independientemente de que los partidos políticos son los que deciden y ejecutan las políticas y son los primeros responsables del desarrollo y del crecimiento de las naciones, pero es necesaria una sociedad que esté consciente de su papel y de su importancia, que pueda servir de contrapeso, no se va a llegar nunca a una posición de estabilidad y de desarrollo.
9. El mayor orgullo
Lo primero es la familia. El núcleo de toda sociedad es la familia, de ahí se desprenden todos los demás entes sociales. La familia es el reflejo de la sociedad. Para formar una familia hay que saber elegir, y para eso hay que pensar con la cabeza y con el corazón. Me casé y tengo ya 47 años de casado, con una persona admirable desde todos los puntos de vista, Raulina Mendoza. Tenemos tres hijos, que siempre han sido muy buenos estudiantes, desempeñan cargos importantes en la administración y fuera de ella, y nos sentimos realmente bendecidos, si se puede decir, por esos tesoros. Son personas muy respetables en su comportamiento profesional y en su vida privada.
10. La muerte del abuelo
Lo más triste es la muerte de quienes queremos. La desaparición de mi abuelo, porque siempre estuvo presente, era quien me cruzaba la calle, me daba los cinco centavos para comprar frío frío y maní. Él me sentaba en sus piernas y me comenzaba a hablar del Líbano. Me añoñaba mucho y me consentía mucho. De manera que cuando experimenté esa pérdida, yo venía del torneo de Méjico, yo tenía 17 años y eso fue para mí muy fuerte. Luego murieron mis padres, pero murieron en un tiempo en que ya uno sabía que la muerte es inevitable y dejaron un gran legado. Hay muertes que te revelas contra ellas. Cuando ocurre una tragedia, un crimen, eso es desgarrante. Mis momentos tristes han sido pocos. l
Por mejorías para los peloteros
“Los reclamos por mejores condiciones de trabajo para los peloteros criollos terminó con una huelga, que fue la primera huelga que se hizo de peloteros profesionales. Se paralizó ese torneo. El día de la inauguración, le dije a los muchachos: “ninguno sale”. Hasta que el ampaya principal, extrañado, va al dogouts de los home club y les pregunta que qué pasa, y les respondieron: “un momento, vamos a salir ahora”. Esperaron dos minutos, y a los dos minutos salieron a jugar. Era una advertencia de que los peloteros eran los dueños del terreno, que los peloteros hacemos el juego para que los dirigentes ganen dinero. Los directivos fueron a visitar a Joaquín Balaguer, y él les dijo, eso fue lo que me dijo después Enrique Lantigua que Balaguer les había dicho: “El gobierno quiere que haya pelota, el Gobierno les ofrece los estadios gratuitos, les exonera de impuestos, les permite la luz gratis, de manera que ustedes tienen que hablar con la Federación, porque ese es un problema gremial y el gobierno no se va a meter en problemas gremiales”. Albert Sánchez era el secretario, y me llamó y me preguntó que cuándo nos podíamos reunir, y yo le respondí que las puertas estaban abiertas permanentemente. Nos sentamos, y salió fortalecida la Lidom y salió fortalecida la Asociación de Peloteros Profesionales.
Activo
Estoy trabajando en la Academia de Ciencias de la República Dominicana, tengo dos períodos consecutivos como vicepresidente”.
Elección
La familia es el reflejo de la sociedad. Para formar una familia hay que saber elegir, y para eso hay que pensar con la cabeza y con el corazón”.
Salida del PRD
Cuando Juan Bosch fundó su PLD, le dije que prefería seguir siendo su amigo y su familiar, pero que no estaría ni en el PRD ni en el PLD”.