Freddy Reyes Pérez: “El que no evoluciona está perdido”

A Freddy Reyes, la llamada “Era de Trujillo” le dejó recuerdos difíciles, pero lo más doloroso de ese tiempo fue que sus padres debieron irse al exilio, razón por la cual creció sin jamás haber pronunciado las palabras papá y mamá.

A Freddy Reyes, la llamada “Era de Trujillo” le dejó recuerdos difíciles, pero lo más doloroso de ese tiempo fue que sus padres debieron irse al exilio, razón por la cual creció sin jamás haber pronunciado las palabras papá y mamá.

Muy joven hizo carrera diplomática, recorrió el mundo y aprendió que la vida y las cosas eran muy diferentes a como las conocía en su país.

Al volver a la República Dominicana se integró a las labores de fundación de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, donde fungió como encargado de las relaciones nacionales e internacionales.

Su destacada labor como desarrollador de proyectos, le fue haciendo ganar fama y reconocimiento, al punto de que era consultado por aquellos que querían embarcarse en alguna nueva empresa.

Un día, reunido con un grupo de amigos, entendió que en el país hacía falta una nueva institución financiera, es así como nace la Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos, en el año 1972.

Hace más de una década le fue diagnósticado un cáncer y aunque al principio se sintió morir, encontró las fuerzas y la determinación para vencerlo. Lo hizo, y esto le llevó a descubrir la verdadera “Alegría de vivir”.

1. Serie 23
Soy serie 23, es decir, que nací en San Pedro de Macorís. Me gradué de Derecho en la Universidad de Santo Domingo, en el año 1959. Ejercí el Derecho durante dos o tres años y me fui muy joven a América del Sur, como diplomático. Luego vine y me fui a Japón y viví tres años allí. Soy hijo de Mercedes Pérez Leyba y Francisco Reyes Martínez.

2. Padre en el exilio
Mi padre, Francisco Reyes Martínez era un exiliado político. Fui criado sin padre, ni madre, porque mi papá se fue exiliado, cuando yo estaba muchachito, casi no lo conocí. Lo conocí ya siendo yo muy adulto. Entonces, ni mi hermano, que es médico, ni yo, nunca dijimos las palabras papá y mamá. A mi padre lo condenaban a cada rato a 20 y 30 años en contumacia. Me crié sin mi padre, pero el amor entre padre e hijo siempre existió. Lo que más atesoro de mis padres es que me enseñaron a evolucionar, a ser sencillo y auténtico.

3. Tres tías
A mí y a mi hermano nos criaron tres tías. Esas tías eran tres “sargentos”, pero gracias a ellas fuimos criados con mucha disciplina. Una de mis tías era maestra de escuela, ella leía mucho y tenía muchos libros y así fue como me fue despertando el gusto por la lectura.

4. El reencuentro
Mi padre tuvo 22 años en el exilio y cuando nos reencontramos me costaba decirle papá o papi, porque es que yo ya era un hombre. Mis hijos y nietos me dicen Freddy, creo que se debe a que yo llamaba a mi papá por su nombre. Pero mi padre y yo desarrollamos una relación de amistad muy profunda, recuperamos todo el tiempo perdido. Él hablaba poco, yo hablaba más. Nunca hablamos de política, me aconsejó a mí y a mi hermano para que no nos metiéramos en política.

5. Estudios
Me formé en el Liceo José Joaquín Pérez, de San pedro de Macorís. Pienso que uno nunca debe olvidarse del liceo o la escuela donde estudió; por eso, siempre que puedo voy. Antes, en mi infancia, el país y San pedro eran una aldea, no teníamos celulares o televisión. Vivíamos una vida primitiva. Mis hijos y nietos me preguntan que qué hacíamos sin televisión, internet o celulares, y yo les respondo que leer, enamorarnos y dar serenatas. Era una vida pura, de pueblo. Recuerdo que asistía a reuniones en el Ateneo de San Pedro de Macorís, me reunía con personas mayores que yo para hablar de temas religiosos y culturales.

6. Abogado y diplomático
En esa época, nada más se estudiaba Ingeniería, Derecho o Medicina y yo tenía cierta inclinación por la investigación y la Medicina, pero no tenía la mentalidad, ni siquiera sabía que se podía estudiar otra cosa, pero era lo que iba más conmigo y con mi carácter. La vida me fue llevando a otras áreas. Fui diplomático, tuve la oportunidad de conocer el mundo. Pasé mayor tiempo en Sur América y en Japón. En Japón aprendí muchas cosas. Me di cuenta que la vida era muy diferente a la que uno vive en occidente.

7. La Nacional
Llegué al país, después de haber estado en Japón, y cuando llegué aquí, me encontré con que un grupo de profesores se habían ido de la Universidad de Santo Domingo y fundaron la UNPHU. Ahí llevaba las relaciones nacionales e internacionales de la universidad, podría decirse que llevaba las Relaciones Públicas de la universidad. Después de que desarrollamos la universidad, me buscaban para desarrollar proyectos. Entonces se me ocurrió que había que conformar una asociación de ahorros y préstamos, que en principio pensaba que serían como sucursales del Banco de la Vivienda, pero luego fuimos conociendo de qué se trataba, y en 1972 nace la Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos. Aquí hicimos dos cosas importantes; primero, le pedimos a los funcionarios que se vistieran con chacabanas y les regalamos chacabanas, queríamos que lucieran sencillos y que tuvieran claro que nosotros nos debíamos a la gente, porque antes se tenía la idea de que una institución financiera hacía un favor a una persona a la cual le otorgaba un préstamo.

8. La familia
Mi esposa es María Marcelle, su papá fue diplomático en Francia y Bélgica. Ella tiene una mentalidad muy abierta, estudió, sobre todo, arte en Europa. Cuando nos casamos nos fuimos a Japón, nuestro primer hijo nació en Japón, se llama Javier, es publicista, es muy independiente, tiene dos hijos, él tiene un velero y sueña con darle la vuelta al mundo. Después, viviendo aquí tuvimos otro hijo, se llama Carlos Federico, que es graduado de contador y auditor. Tenemos dos hembras, una se llama Michelle Marie, casada con Edwin Saleta, tiene dos hijos y Mónica, casada con Gustavo Zuluaga. En total tengo nueve nietos.

9. “La alegría de vivir”
Escribí un libro con ese título y después que lo terminé y lo imprimí, una persona me dijo: “pero hay un cura que escribió un libro muy famoso que se llama La alegría de vivir”, y le respondí: “Bueno, que me demande, pero ese título me gustó”, y obedeció a que me habían detectado un cáncer, hace ya 16 años, y cuando el médico me lo diagnosticó, yo sentí que un tren entraba por mi habitación y me mataba. Pensaba en mi nietecito que tenía un año o un año y pico y pensaba que no lo iba a ver crecer. Uno se aferra mucho a la vida. En ese libro cuento el proceso completo. Gracias a Dios ya estoy recuperado.

10. Evolucionar o morir
Siempre le recomiendo a la gente que lea un libro de Andrés Oppenheimer que se llama “Evolucionar o morir”, yo creo en eso. Creo que el que no evoluciona, el que se queda mirando hacia atrás o cree que llegó, está perdido. Hay que evolucionar constantemente. Estoy convencido de que hay vida antes de la muerte, eso lo dijo Eduardo Purcell, que es un científico catalán. Tú sabes que algunas culturas creen que hay vida después de la muerte. La única salida de la vida es la muerte, no hay otra. He vivido entre la tristeza y la alegría. Soy muy romántico aunque parezca mentira. Me identifico mucho con el dolor y el sufrimiento de las personas. Pero un gran sufrimiento para mí fue la muerte de mis padres. Ambas me impactaron mucho. En la vida he estado preparado entre sufrir y disfrutar. Yo disfruto cualquier cosa. Ya he escrito varios libros y pienso seguir escribiendo.

Una larga carrera 

Doctor en Derecho de la Universidad de Santo Domingo (USD), actual Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Desde su fundación, en el año 1972, dirige, y ha sido protagonista principal de la historia de La Nacional, en cuya trayectoria de más de cuatro décadas ha desarrollado un amplio liderazgo nacional e internacional en el campo del sistema de ahorros y préstamos. En el ámbito nacional, presidió la Liga Dominicana de Asociaciones de Ahorros y Préstamos, Inc. (LIDAAPI), organismo representativo de las Asociaciones de Ahorros y Préstamos que operan en distintas regiones del país. En el orden internacional, presidió y fue miembro del Comité Ejecutivo de la Unión Interamericana para la Vivienda (UNIAPRAVI); dirigió las Conferencias Interamericanas para la Vivienda (Río de Janeiro y México, 1991) y el II Foro para la Vivienda (Bolivia 1991). Pasado presidente y miembro del Comité Ejecutivo de Caribbean Association of Housing Finance Institutions (CASHFI) y de International Union of Housing Finance (IUHF).

Es Cónsul Honorario de Trinidad & Tobago en República Dominicana desde 1991. Ha sido Decano, Vicedecano, Secretario y Tesorero en la Junta Directiva del Cuerpo Consular Acreditado en República Dominicana. Fue diplomático en Sudamérica y Japón. Durante su permanencia en Japón recibió una condecoración del Emperador de esa nación. Autor de las obras “Detrás del Biombo”, “Las Epístolas”, “La Alegría de Vivir”, “El Paseo”, “Reina Peregrina”, “La Alegría de Vivir, diez años después”, y “Del Bachiller que construyó un aeroplano en el patio de su casa”. En el orden académico, participó en la organización de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), de la cual fue Decano y representante a nivel local e internacional.

Dos palabras
Fui criado sin padre ni madre, porque mi papá se fue al exilio cuando yo estaba muchachito, casi no lo conocí. Entonces, ni mi hermano, que es médico, ni yo, nunca dijimos las palabras papá y mamá.

Rectitud
A mí y a mi hermano nos criaron tres tías. Una de mis tías era maestra de escuela, ella leía mucho y tenía muchos libros, y así fue como despertó en mí el gusto por la lectura.

Lealtad
Me formé en el Liceo José Joaquín Pérez, de San Pedro de Macorís. Pienso que uno nunca debe olvidarse del liceo o la escuela donde estudió”.

Experiencia
Fui diplomático, tuve la oportunidad de conocer el mundo. Pasé mayor tiempo en Sur América y en Japón. En Japón aprendí muchas cosas”

Convicción
Estoy convencido de que hay vida antes de la muerte, no después. Eso lo dijo Eduardo Purcell, que es un científico catalán”.

Empático
He vivido entre la tristeza y la alegría. Soy muy romántico. Me identifico mucho con el dolor y el sufrimiento de las personas”.

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