Cheché Abreu: “Es inaceptable que un director de orquesta sea millonario y los músicos anden pidiendo bola”

En la música, Cheché Abreu es sumamente conocido, su inconfundible ritmo Mangué, lo hizo popular en República Dominicana y lo internacionalizó.

En la música, Cheché Abreu es sumamente conocido, su inconfundible ritmo Mangué, lo hizo popular en República Dominicana y lo internacionalizó.
Temas como La Negra Pola, han trascendido la barrera del tiempo y han puesto a bailar a varias generaciones; pero más allá del artista famoso, habita el ser humano que luchó con esmero y pasión por lograr mejores condiciones de vida para la comunidad que lo vio nacer, su amado Manoguayabo. Para él, la responsabilidad con su gente siempre fue más allá de llevar alegría y brindar buenos temas musicales.

1. Vida familiar
Mi nombre de pila es José Abreu Vargas. Nací en San Miguel de Manoguayabo, el 26 de julio de 1939. Mis padres fueron el señor José Abreu y Rosa Herminia Vargas Germán. Somos ocho hermanos, la mayor es Agustina, después, Manuela, Gregorio; yo soy el cuarto, y después de mí nacieron Pablo, Mercedes, Sofía y Ramonita. Mi papá era agricultor. Lo que es hoy día la urbanización Las Caobas, era una finca del señor Schifino y mi papá tenía una agricultura grande. Nosotros, en la infancia, nos manteníamos de la producción agrícola que tenía mi papá. En el año 1947, Trujillo cogió toda esa tierra para producir la caña del Central Río Haina. Eso trajo como consecuencia que la mayoría de los hombres de Manoguayabo tuvieran que emigrar a la capital. Mi papá vino a la capital y comenzó a trabajar en la construcción, como un jornalero. Trabajaba con su hermano y sus sobrinos, que eran constructores. Los primeros que vinimos para la capital fuimos mi hermano mayor, Goyito, Pablo y yo, y comenzamos a trabajar en diferentes cosas. Yo era jardinero, lechero, jugaba pelota y estudiaba de noche.

2. Constructor
Jugué pelota con el equipo Malta Corona, un equipo juvenil que era de Luis Manuel Bonetti. Luego, me firmaron para jugar con el Trópico, en 1954, pero no llegué a jugar porque Ramfis desbarató el equipo; pero Horacio Martínez, que era el manager del Escogido, me quería mucho y me puso a practicar, allá por el 55, para ver si me firmaban, y se me fracturó la mano izquierda. Entonces me dediqué a hacer un curso de construcción, y en el año 1958 me dediqué a trabajar con el ingeniero Nany Reyes. Fui aprendiendo el desarrollo de la construcción con el maestro Ramón Gantier. Construimos el edificio del Banco Popular, que está en la Isabel La Católica. Luego construimos la Clínica de Záiter, que estaba en la cabeza del puente de la bicicleta. Después construimos el edificio de La Gran Vía y la Novia de Villa, simultáneamente. De ahí me mandaron a Ramón Santana, en San Pedro de Macorís, a construir el matadero de San Pedro de Macorís, a la edad de 19 años. Cuando llegamos ahí, el ingeniero le dijo al síndico, Andrés Moquete, que el constructor iba a comenzar a trabajar pronto, porque ya estaba ahí, y el síndico le preguntó: ¿Dónde está el constructor? Y el ingeniero le respondió: “Ese muchachito que está ahí”. Después de eso, el ingeniero Nany Reyes me fue buscando, y el Jueves Santo de 1960 nos fuimos para Alto Bandera, Constanza, a construir la estación de Radio Móvil que está allá, donde están los transmisores del canal cuatro, de Color Visión. Ahí estuve trabajando hasta que Trujillo compró los Astilleros Navales de Félix Benítez en Haina.

3. A la Marina
Trujillo le dijo al ingeniero Nany Reyes que a todos los muchachos que fueran carpinteros, varilleros, plomeros, electricistas, él los iba a enganchar en los Astilleros Navales, y a mí me fueron a buscar y me dijeron que esperara frente a Sederías California. Ahí me fue a buscar un sargento de la Marina y me llevó a la Jefatura, que estaba en La Feria, y al otro día me enviaron para la base de Haina. Me engancharon y comencé a trabajar en el cuarto frío de la Corbeta 102. A los 19 días ya yo había terminado ese trabajo, porque yo me defendía con los planos. Me pusieron una rayita y un “especialismo” de 10 pesos. La Marina determinó ponerme a estudiar Construcción Naval dentro de la misma institución y me di un constructor naval que ya a los cuatro años yo era sargento; cuando en esa época para llegar a sargento había que pasar 20 ó 30 años.

4. Cuco y Martín Valoy
Son mis compadres, mi familia, nos criamos juntos. Vine a la capital en bicicleta y hablé con Martín y le dije: “Yo acabo de hacer un tres y quiero aprender a tocarlo” y Martín me dice: “Mira qué coincidencia, yo acabo de hacer un cuatro, pero yo voy a seguir tocando el quinto. Yo te voy a regalar el cuatro y te voy a regalar los métodos. Después, en la casa practicaba el cuatro y el tres, pero me gustó más el cuatro, por eso es que yo aprendí a tocar el tres y el cuatro, y los tocaba los dos y cantaba. En una ocasión, Johnny Pacheco dijo que para él, el sonero más grande que había dado América era yo. Yo he grabado más de 100 montunos y en todos yo toco el tres, porque la mayoría los escribo yo.

5. El éxito
El éxito llegó desde que comenzamos, porque a mí me ayudó mucho el Señor, Dios. Éramos seis. Nosotros comenzamos a aprender a tocar con un programa que había de Los Compadres. Nos aprendíamos el disco de Los Compadres y nos poníamos a tocarlo y en base a esas canciones, también escribíamos temas. El 25 de diciembre del 1963, debutamos en la Gran Parada en Manoguayabo, cuando ahí lo que tocaban eran orquestas famosas. Nos presentaron para darle una sorpresa a Manoguayabo de que estaba surgiendo un grupo. Debutamos, y de ahí comenzamos a coger popularidad en los pueblos cercanos. Ese era el Sexteto Manoguayabo. En el año 1964, en un accidente automovilístico, murió mi compadre y primo Papeño, que daba clases de inglés en la academia de la Policía, tenía un motor y ese día me iba a pasar a buscar a mí para comprar unas cuerdas para la guitarra, pero se le olvidó y se llevó a Fellito, otro amigo que encontró parado en la esquina. Un carro se le salió de atrás a un camión y los impactó de frente. Los dos murieron. Después de eso paramos el grupo.

6. Trabajos comunitarios
Como habíamos parado el grupo, porque estábamos de duelo, comenzamos a trabajar con otros amigos y amigas de Manoguayabo. Nos reuníamos para ver qué cosas necesitaba nuestra comunidad. En ese entonces las escuelas solo llegaban a quinto curso y no había un club. Comenzamos a trabajar, pidiendo ayuda y cogiendo préstamos, hicimos el club y conseguimos ampliar la escuela. En tres fines de semana construimos las tres aulas que le faltaban a la escuela y conseguimos que nos construyeran el liceo. Conseguimos una iglesia y una casa para alojar al párroco.

7. La Negra Pola
Ese tema es de Pochy Familia. Me inspiré para grabarlo porque cuando entró Godoy, como presidente, el comandante Milo Jiménez nos llevó a la Fragata Mella para que le tocáramos al presidente y al presidente le gustó. Las siguientes semanas fuimos a la isla Saona, a la isla Beata y a la isla Catalina. La quinta semana fuimos a Samaná. Allá, por la mañana fuimos a la Comandancia y nos pusimos a tocar. Al lado de la comandancia había una fritura, que la atendía una señora llamada La Negra Pola. A esa señora le gustó el grupo y nos dijo que cuando fuéramos a la televisión, le mandáramos saludo a La Negra Pola, “esa soy yo. La reina de la fritura en Samaná”, dijo. Yo le respondí que no éramos músicos profesionales, que teníamos ese grupo para entretenernos, pero que si algún día llegábamos a ser músicos le mandaríamos saludos por la televisión.

8. A la orquesta de la Marina
Una noche, como a las 12:00, el presidente Godoy se emocionó escuchándonos tocar y preguntó que qué era lo que yo hacía en la Marina, y le respondieron que yo trabajaba en el departamento de construcciones navales, y él dijo: “no, no, no, traigan a ese hombre para la orquesta de la Marina, ustedes no ven que ese muchacho es un artista que va a llegar a ser famosísimo”. Cuando yo llegué el lunes, llamó el jefe de Estado Mayor y me trasladaron a la Orquesta de la Marina.

9. Los Colosos
El grupo que yo tenía en Manoguayabo era de seis integrantes, pero en 1966 yo armé un grupo de 13 músicos. A ese grupo le llamamos: Cheché Abreu y su combo Manoguayabo. A finales del 66 estábamos tocando una fiesta de la Liga de Deporte de Villa Duarte y había mucha gente. En esa actividad, Corporán de los Santos y Tito Campusano, que tenían un programa de radio y siempre andaban juntos, nos escucharon tocando salsa. Nosotros teníamos unas placas que decían: “Combo Manoguayabo”, y Corporán preguntó que cuál era Cheché Abreu, y me dijo: “Ustedes son unos colosos. Esa placa que tienen ahí debe decir: “Cheché Abreu y sus Colosos”. Ustedes son el mejor grupo que he visto”. Así lo hicimos, bautizamos el grupo con ese nombre.

10. El amor
Me casé una sola vez. Ya tenemos 53 años de casados. Tenemos seis hijos. Todos profesionales. Mi esposa se llama Julia Terrero de Abreu. Nos conocimos en Manoguayabo. Ella era hija de Moisés Terrero, que era el hombre que tenía el negocio más grande en Manoguayabo y todo el mundo tenía miedo de acercarse a ella. Una noche yo estaba en un bar familiar que quedaba frente a la casa de ella, y yo la veo recostada del muro de la galería de su casa y le digo a mi amigo: “¿y esa muchacha tan buenamoza, quién es?” Me dice él: “Esa es la hija de Moisés Terrero”, y le digo: “¿Quién es el novio de ella?”, y él me respondió: “¿Novio? Esa muchacha es de la escuela a su casa. El papá de esa muchacha es muy celoso con esa muchacha. Ella es hija única”. Yo le dije: “Esa va a ser mi esposa”. Cuando hablé con ella se lo dije, y ella me respondió que yo estaba loco. Un día me mandó a buscar y me dijo que ella sabía todas las novias que yo tenía y que ella y yo hablaríamos cuando yo terminara con esas novias, y así fue.

Todos ganaban lo mismo

“Es inaceptable que un director de orquesta sea millonario y un músico de esa orquesta ande pidiendo bola. Nosotros, desde que tocamos el primer baile el 25 de diciembre de 1963, nos pagaron 60 pesos y pagamos la amplificación, y el resto lo distribuimos en partes iguales entre los seis. Les dije que a partir de ese día y hasta que yo muriera, íbamos a ganar igual, sin importar que llegáramos a las puertas del cielo. Así fue siempre. Compramos una guagua y todos íbamos en esa guagua, juntos. Yo me reuní con los músicos en el 79, y les dije que nosotros estábamos en capacidad de que cada músico tuviera su carro. Y les dije que investigué los precios en diferentes compañías de vehículos. Ellos estuvieron de acuerdo, y cada semana se sacaba el nombre de uno de ellos, de una tómbola, y se le entregaba el dinero para que sacara su carro nuevo.

Habíamos parado el grupo, pero para la guerra de abril, como estábamos acuartelados, armamos un grupito. Como a mí me decían Manoguayabo en la Marina, formamos un grupito que tocaba todos los jueves en la tarde, y comenzaron a decirnos: Manoguayabo y su Sexteto, y la gente iba a ver el show”.

Aprendizaje
Comenzamos a aprender a tocar con un programa que había de Los Compadres. Nos aprendíamos el disco de Los Compadres y nos poníamos a tocarlo, y en base a esas canciones escribíamos temas.

Crecimiento
La Marina determinó ponerme a estudiar Construcción Naval dentro de la misma institución. Y me di un constructor naval que ya a los cuatro años yo era sargento, en una época en que eso no era tan fácil.

Sonero
Yo he grabado más de 100 montunos y en todas mis grabaciones yo soy quien toca el tres, porque la mayoría de los temas los escribo yo”.

Distinción
En una ocasión, Johnny Pacheco dijo que para él, el sonero más grande que había dado América era yo”.

Debut
El 25 de diciembre del 1963, debutamos en la Gran Parada en Manoguayabo, cuando ahí lo que tocaban eran orquestas famosas”.

El Grupo
En 1966, yo armé un grupo de 13 músicos. A ese grupo lo bautizamos con el nombre de Cheché Abreu y su Combo Manoguayabo”.

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