Carlos T. Martínez se inicia en el mundo de la comunicación en el año 1967, luego parte a la vecina isla de Puerto Rico después de su participación en la Revolución de Abril, porque habían dado instrucciones de que le asesinaran como estaban asesinando a los que participaron en ésta. “Llegué a la isla del encanto, pasé muchas vicisitudes, al principio tuve que trabajar en una bomba de gasolina, luego trabajé en una emisora, en Radio Voz, en Carolina, durante una semana, hice un programa llamado “Ayer en domingo: donde cada canción es un recuerdo y cada recuerdo una emoción” y la audiencia que tuvo el programa fue tan grande que la Asociación de Locutores de allá, protestó y me sacaron. Entonces me fui a trabajar haciendo muebles, duré siete meses por allá, en lo que se enfriaba la situación en el país, en aquellos años del doctor Balaguer, entonces vine a mi país y comencé a trabajar en las estaciones radiofónicas Radio Renol, emisoras unidas y HIZ. Actualmente soy el productor de Panorama farandulero y algo más. Tengo 23 libros, ya casi terminando el 24, que trata sobre Grandes Dominicanos.
¿Por qué eligió la crónica del arte?
Porque yo hacía el programa Enfoque farandulero y después de éste estoy haciendo hace 31 ya para 32 años el programa Panorama farandulero y algo más…, que se realiza todas las mañanas de nueve a diez por Neón 89.3, entrevistaba siempre a los artistas y me fascina la parte sana y buena del arte y destacar la noticia de aquello que la hacen.
¿Para nadie es un secreto que su programa Panorama farandulero y algo más…, es un símbolo del arte ¿Háblenos acerca de este proyecto?
Este programa nace en la Onda Musical, después de ahí nos vamos a una emisora a.m., cruzamos varias emisoras donde duramos varios años, entonces estoy en Neón 89.3, donde me siento muy bien y quiero agradecer el tratamiento estelar y el recibimiento que me dio don Danny Pérez, todo un caballero, él me abrió las puertas y cree en mi.
Háblenos de su faceta de compositor?
Como compositor he participado en festivales del merengue, festival de la canción, me grabó Rico López, homenaje a don Antonio Guzmán Fernández, me grabó Cuco Valoy, Víctor Irizarri, lo más reciente lo grabó Héctor Acosta, que se llama por cierto El Merengue, ahora me grabó Robin Santos, un merengue bien hecho que le hice a Nelson Mandela, que se titula de igual manera, con el coro de Henry García y arreglos del maestro Crispín Fernández.
¿Qué satisfacción siente al escribir sus obras?
Cuando yo reconozco a los auténticos valores de mi patria en vida, es una sensación extraordinaria. Cuando tuve la dicha y la suerte de reconocer a doña Chucha, una señora de 100 años y que me dijo una frase lapidaria que jamás podré olvidar: “Aquí, cuidando niños huérfanos de padres vivos”, la gente cree que solamente los que son tutumpotes y tienen mucho dinero son los grandes dominicanos. Esa señora se dedicó única y exclusivamente a cuidar niños que sus padres eran completamente irresponsables. De ahí a conocer al profesor Juan Bosch, a las más conspicuas figuras del parnaso nacional, siempre reconociendo auténticos valores, me siento muy bien con el deber cumplido. Estoy terminando el tomo número 18 de Grandes Dominicanos, soy el autor también de Confecciones de una ninfómana, Premio Casandra historia de Acroarte, Caonabo Javier: perfil de un político, Vida y obra del doctor Mariano Lebrón Saviñón, Héctor Jiménez, un dominicano que triunfa en los rascacielos del mundo, La más celosa de las mujeres y La vida de Jochy Santos con el Mismo Golpe.
Cuéntanos acerca de la serie Grandes Dominicanos ¿Qué significa para usted?
Lo mejor que me puede pasar, siempre reconociendo auténticos valores, yo tengo un archivo de más de 500 voces donde están las más conspicuas y veteranas figuras que tienen que ver con la poesía, música e intelectualidad y diversas ramas, algunos ya fallecidos y otros gracias a Dios aun los tenemos con nosotros. He entrevistado grandes figuras y esas cintas las mantengo como un tesoro.
Primer presidente electo de Acroarte ¿Cuéntanos de esta experiencia?
Cuando decidieron hacer Acroarte, José Eduardo Martínez, Estuardo Arias, Carlos Cepeda Suriel y otros colegas, me invitaron a que me uniera al proyecto. La idea se llevó a efecto en la emisora HIZ, por José Eduardo Martínez y Estuardo Arias, quienes tenían un programa allí, Martínez me invitó y me dijo que si yo estaba de acuerdo en crear una institución, le contesté que no tenía ningún problema, claro, de ahí surge Acroarte. Cuando llegaron las elecciones con todas las de la ley, abogado notario, se llevaron a cabo en el restaurante de Angostini de la Máximo Gómez, entonces yo salgo siendo presidente.
¿Qué ha significado Acroarte para usted?
Dentro de mi vida viene a ser una hija de 30 años, nunca he fallado a una sola asamblea, siempre he estado ahí defendiendo lo mejor. Soy un miembro fundador de Acroarte, fui reconocido con el premio Periodismo al Mérito, me siento muy orgulloso, defiendo mi premio, defiendo mi institución y defiendo mi clase. Y me retiro de la chismografía barata, discuto, defiendo al artista de una forma total y completamente apasionada, también sé qué hay muchos que solamente le interesa un premio.
La radio como medio educativo en el país ¿Cómo la ve en la actualidad?
Estamos bien pero tenemos que mejorar, se están tocando muchas porquería, muchos temas que están de moda, que son insulsos y que no aportan nada. El culpable: el director de la emisora que pauta música que no sirve, música chatarra.
Afirmación
Me retiro de la chismografía barata, discuto, defiendo al artista de una forma total y completamente apasionada”.
