Mercader: un artista desde que era niño

A la edad de cinco años, el niño José, comenzó a mezclar colores sobre las cartulinas que utilizaba su madre para hacer pinturas de los Padres de la Patria.

A la edad de cinco años, el niño José, comenzó a mezclar colores sobre las cartulinas que utilizaba su madre para hacer pinturas de los Padres de la Patria. Sin saberlo, su mamá le despertó el amor por el arte. Las caras no le salían muy bien. Eso es lógico a esa edad, sin embargo, dotado de un gran sentido del humor, no tardó en darse cuenta de que estaba iniciando su carrera como artista plástico y a la vez como caricaturista.

José Mercader cada día cuenta una historia en el espacio denominado Humor Caribe, de este diario, donde pone de manifiesto su genialidad y su espíritu jovial y divertido.

Aunque los lectores disfrutan mucho sus ocurrencias, algunos protagonistas de su inspiración, no siempre se ponen muy contentos con las imágenes, que él hace de ellos. Pero como él mismo dice, “nadie me hace sugerencias de lo que debo o no hacer. Las caricaturas que hago, las hago porque quiero”.

Aclara que cuando afirma que nadie le traza pautas en lo que hace, no es por asumir una actitud prepotente, si no que es sólo una manera de defender su espacio, pues al fin y al cabo, el mundo del artista se circunscribe al tamaño del lienzo en el que plasma su obra.

1. De Montecristi
Nací en Montecristi, pero salí temprano de allá. Nos establecimos en Santiago y después, adolescente, muy joven salí a viajar por el mundo. Soy hijo de José Mercader, él era catalán, cubano y dominicano. Sus orígenes son de Barcelona, después se fue para Cuba y de Cuba vino aquí. Entonces mi mamá, Altagracia Jiménez, es del Cibao, de los Jiménez, de Guazumal, que es por donde está E. León Jimenes. De mi infancia no recuerdo mucho, porque a los cinco años, yo era como un adulto. Mi infancia duró un año y de ahí en adelante ya era otro mundo. Me fui a California, en Estados Unidos, viajé a Canadá. Recuerdo los lugares a los que fui. Del viaje a California, recuerdo que ahí vivía un caricaturista, que aquí se conoció antes porque salían las tiras cómicas de él. Aquí le pusieron Rabanito, pero eran las tiras cómicas de Charlie Brown, que después se convirtieron en Duppy que es el perrito. El señor que hacía eso, vivía en California y hoy día yo me doy cuenta que, genialmente, de manera increíble, él retrató la ciudad de California en esas tiras. Yo leo eso y pienso que estoy en esa ciudad.

2. Hijo de una maestra
Yo era un niño muy travieso, pero no me dieron pelas. Yo era hijo único y mi mamá era maestra y no castigaba a nadie. Mi mamá estaba avanzada en el tiempo, 10 años luz con respecto a la época. Ella era amante de la naturaleza y de los animales, imagínate, quien no ama a los animales, no ama a los seres humanos. Si sientes respeto por los animales, sientes respeto por la vida y por los demás.

3. Primeros pasos en el arte
Mi mamá es dibujante desde chiquita. Ella, como maestra, decoraba la escuela, dibujaba a Duarte, Sánchez y Mella, compraba 15 cartulinas, pero nada más usaba tres y las otras yo las cogía para mí. Entonces, yo aprovechaba y hacía a Duarte con la nariz al revés y los ojos torcidos. Era yo experimentando, pero me lo encontraba muy bonito. Entonces haciendo eso, después crecí y me di cuenta de que yo hacía caricaturas antes, con esos dibujos de Duarte con los ojos torcidos o uno más grande que el otro. Esas eran limitaciones por el conocimiento, pero qué bueno que fuera así, porque si me corregían, que la boca estaba muy grande o me decían que esa nariz no iba así, entonces no habría hecho esto que hago hoy.

4. En la escuela
Durante mis años de escuela yo era travieso, pero toda la escuela era amiga mía, no tenía problemas ni conflictos con nadie, no peleaba. Trataba de hacer lo que tenía que hacer, pero siempre trataba de disfrutar el momento. Yo iba al liceo, hacía mi tarea y tan pronto terminaba mi tarea me iba para el río a nadar o al monte a buscar mangos, naranjas o cualquier otra fruta.

5. Me gusta la historia
Los libros de historia siempre fueron mis favoritos, porque la historia te permite saber cómo fueron las cosas. Ahora mismo acabo de leer un libro buenísimo que se llama “La historia al revés”, que es vital para entender a Duarte y a los Trinitarios. Es buenísimo para entender muchas cosas que nos las enseñaron, pero que nos las enseñaron al revés y ese señor que hizo ese libro, que es de Santiago, creo que hizo un trabajo buenísimo. Se lo recomiendo a todas las personas para que lo lean.

6. Entender las cosas
Yo no lloro, pero me molesta que el mundo no haya avanzado hasta el nivel que debe haber avanzado en el sentido del respeto por el ser humano. Me molesta saber que hay una guerra en algún lugar del mundo, el problema de la violencia, también me molesta, sobre todo, porque todo tiene que ver con educación. Uno entiende lo que está ocurriendo, aunque no lo comparte, pero lo entiende. Eso me entristece. Recientemente mataron a una niña que es hija de un amigo mío y eso te da una tristeza terrible, una muchacha inocente, que la mataron por error, ella se llamaba Natacha Ruiz, era hija de José Ruiz que es caricaturista también, somos amigos. Los caricaturistas no somos adversarios, somos amigos. Esas cosas te entristecen y otras que ocurren en la sociedad, pero tú las tienes que entender, porque si no las entiendes, te caes, no puedes seguir adelante y no puedes seguir haciendo las cosas como entiendes que debes hacerlas y que puedan contribuir a curar esos males. Lo que uno no debe es quedarse en la queja. Ese amigo que perdió a su hija, dice que de lo que le pasó a su hija todos somos culpables, porque nos alegramos de que fulano tiene un cargo en el gobierno y de que ese fulano robe, que se aproveche en el gobierno. Hay una serie de males que ya nosotros los vemos normales en la sociedad y eso contribuye a que no avancemos como personas, ni como sociedad. Entonces en muchas áreas estamos muy atrás en el desarrollo.

7. Inconvenientes
He tenido inconvenientes con algunas personas a las que no les han gustado sus caricaturas, pero en términos generales, las caricaturas que hago, las hago porque yo quiero, es decir, nadie me obliga o me sugiere que haga una caricatura de tal o cual persona. Es decir, el espacio de tela es el mundo del artista, ese es tu mundo y ahí no tiene que intervenir nadie y no es una actitud de arrogancia o prepotencia, es una cuestión de defender tu espacio. El artista tiene un lado un poco anarquista y lo mejor para él es resolver sus cosas en su mundo, porque ahí no hay sugerencias, y nadie hace correcciones. Al final del trabajo, uno se siente conforme y satisfecho. Pero yo hago una caricatura y la publico en el periódico elCaribe y quizás esa persona que yo caricaturicé llama al director y le dice: “pero mira, a mí me pusieron cara de chivo y ¿por qué él me puso cara de chivo?”. Entonces, él como político no entendió el arte, pero yo no sabía que él tenía cara de chivo, pero él lo dijo y después yo descubrí que era verdad que tenía cara de chivo. jajajaja.

8. Humano y artista
El artista es una persona que mira el mundo y las cosas de manera positiva y trata de vivir en armonía con el resto, respeta a los demás y exige que se le respete, pero aparte de eso tiene propuestas de alegría, es una persona alegre, casi siempre. Yo acabo de tener una experiencia con un pintor al que conozco desde niño, y siempre me preguntaba cómo él podía ser artista si tiene la cara tan huraña, y me le acerqué y resulta que es la persona más jocosa del mundo, quizás era que la cara no le ayudaba. La cara y el cuerpo de uno son la carrocería, pero uno no la elige, uno no es el que ha dicho, antes de nacer, como quiere lucir, la parte interior es otra cosa. Uno como caricaturista se da cuenta de los rasgos más sobresalientes de una persona y entonces lo exagera y el otro cuando ve eso se da cuenta de que lo retrataron perfectamente, y puede ser que no le guste.

9. Esto es arte
Esto parece caricatura, pero eso es pintura, es caricatura en el sentido de que las pinturas son caricaturizadas, pero el soporte del trabajo es tela. Entonces, yo lo que hago es que pinto, entonces como yo soy quien las pinto, yo soy un pintor. Esto es pintura, caricatura se conoce más bien como lo que hace en papel y se publica. El trabajo que realizo entra en la categoría de arte contemporáneo, expresionismo figurativo. Es una cuestión de nomenclatura, no es una cuestión de fondo. Es una cuestión de calificación de los críticos, que tienen que armar la cuestión a su forma y dar una serie de explicaciones, muchas veces irreales.

10. Los críticos
El crítico, inicialmente, era un escritor, era una persona que escribía sobre arte, pero con el tiempo, le fueron dando, como el poder y él se lo creyó como de que está por encima del pintor. Es por ejemplo, que yo sea crítico de Medicina y voy a criticar una operación que hizo el doctor José Joaquín Puello Herrera, entonces yo como crítico digo que él debió de coserlo con ocho, en vez de cinco puntos, entonces él me va a decir a mí: “¿y tú qué sabes, eres médico?”. Entonces eso nadie lo piensa, cómo yo voy a ser crítico de Medicina, si no soy médico. Como critico pintura, si no soy pintor, si no conozco. Cómo alguien puede decirme a mí que yo quise decir una cosa que no quise decir, porque las pinturas y el arte tienen lecturas, dependiendo de tu formación, tú vas a leer lo que dice una pintura y la vas a leer de forma distinta a como la puede leer otro. l

Nacido para hacer obras de arte

“Si volviera a nacer haría exactamente lo mismo, bueno, ya no dibujaría a Duarte con la nariz torcida, porque tendría más experiencia. Esto para mí encaja perfectamente, no se lo recomendaría a nadie, porque no sé si otra persona lo quisiera hacer y cada quien es diferente, pero para mí, esta profesión encaja perfectamente con mi personalidad.

A los cinco o seis años comencé a garabatear todos los cuadernos y esos cuadernos fueron, digamos, mi primera escuela sin maestro y seguí sin maestro, porque los maestros muchas veces te quieren sacar para otro planeta, que no es el destino que tú quieres.

No digo que no me incomodo, pero es muy raro en mí.

Tengo muchos amigos. Los amigos son mi familia, son necesarios, como ser humano y como ente social necesitas tener amigos. Con relación al arte y la cultura, espero que se les valore, que las autoridades y el pueblo entiendan su importancia.

Espero que la gente entienda el arte y que el arte ocupe más espacio en la sociedad, porque eso va a contribuir a que haya menos violencia, menos brutalidad y menos burros ambulantes.

En lo personal y en el trato con las personas, no puedo decir que me hayan traicionado, pero me reí mucho con esa palabra, el otro día, porque decía una persona, que a uno solamente lo traicionaban los amigos, no los enemigos. Pero yo me dije: ´anjá, pero por definición la traición viene de los amigos, los enemigos no te traicionan, el enemigo siempre te ataca y siempre estás esperando de ellos lo peor´.

Son los amigos los que te traicionan, porque son ellos los que te salen con cosas que no esperas”.

Lo importante
La cara y el cuerpo de uno es la carrocería, pero uno no la elige, uno no es el que ha dicho, antes de nacer, cómo quiere lucir o el color de piel que quiere tener, pero la parte interior es otra cosa.

Trabajo
Uno como caricaturista se da cuenta de los rasgos más sobresalientes de una persona y entonces lo exagera y el otro, cuando ve eso se da cuenta de que lo retrataron perfectamente”.

Amigos
Tengo muchos amigos. Los amigos son mi familia, son necesarios, como ser humano y como ente social necesitas tener amigos”.

Tristeza
Me molesta que el mundo no haya avanzado hasta el nivel que debe de haber avanzado en el sentido del respeto por el ser humano”.

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