Habla pausado, pero con firmeza. Responde rápido a las preguntas, como si tuviera a flor de labios cada respuesta. Es simpática. Sonríe con cada expresión. Esta generala dice que tiene el don de mando suficiente para ejercer las funciones que por primera vez ostenta una mujer en la Policía Nacional: jefa de una importante regional.
¿Qué significa para usted haber sido designada comandante de la Regional Sur de la Policía?
Bueno, definitivamente constituye un reto como mujer el representar a todas y cada una de las mujeres de la Policía Nacional. Es un reto muy importante y con mucha responsabilidad. Me siento muy bien, porque el presidente de la República (Danilo Medina) y el jefe de la Policía (José Armando Polanco Gómez) han confiado en mí y estoy decidida a afrontar este reto.
¿Cuál es su principal desafío en la ciudad de Baní, donde en los últimos años se ha incrementado el negocio de compra y venta de drogas?
Todo lo que sea violación de la ley, constituye un reto. De hecho, en apenas once días tenemos tres casos muy importantes resueltos, como son, esclarecer dos homicidios y localizar en menos de dos horas un secuestro a un niño menor de dos años. También, hemos recuperado varias armas, dentro de las cuales hay algunas que han sido utilizadas en atracos. El pasado sábado hubo una acción que me enorgullece como policía. Y fue que un delincuente fue visto por un agente de los nuestros, que iba con nuestro relacionador público, y al policía advertirle que ese delincuente era buscado por un millón 500 mil pesos, lo apresaron cuando se iba a montar en una guagua. Ya tenemos recuperada algunas de las prendas que él había vendido. Luego daremos más detalles.
¿Se siente una generala con mando y capacidad para ese cargo?
El solo hecho del Presidente y el jefe de la Policía haber confiado en mí, para un cargo tan importante, es porque ellos han visto que tengo mando. Lo que acabo de decir lo demuestra, que iniciando nuestras responsabilidades, estamos dando respuestas. Y no desmayaremos hasta el último día en que estemos allí.
¿Qué mensaje le envía a los criminales que intentan imponer su propia ley en la jurisdicción que comanda?
Que sepan que ya han visto las respuestas que estamos dando. Nuestro equipo de policías cada día está más entregado a atacar la delincuencia. Les digo que reflexionen, y a los que están siendo buscados, le hacemos un llamado a que se entreguen, porque no vamos a desmayar hasta no dar con el último delincuente en la zona que nos corresponde.
¿Qué tiempo tiene en la Policía?
Yo tengo 33 años. Ingresé en el 1980, como conscripto (recluta). En ese entonces, se pasaba centro en (la sede central de) la Policía, por seis meses, y pasábamos un centro muy completo, como ahora.
¿Cuál ha sido la experiencia más difícil para usted en todo este trayecto?
Yo fui directora de la cárcel de Najayo. Cuando fui designada, normalmente uno tiene temor a lo desconocido, y, al irme para allá, decía, ‘wao, voy a trabajar con mujeres que han delinquido. Y sin embargo, cumplí con mi rol, aunque entendía que era lo más difícil. Pero nada, yo siempre estoy dispuesta a enfrentar los retos que se me presenten, por más grande que sean.
¿Usted había soñado con esta posición que le han encomendado?
Hace mucho. Claro. De hecho, le agradezco al jefe de la Policía Nacional, el cual está muy sensibilizado con el género. Él confía mucho en la mujer y nos ha dado la oportunidad que hace mucho soñábamos. Exhorto a todas las policías a que se empoderen. Que salgan de las oficinas y no permitan que las acomoden, porque si queremos llegar tenemos que desempeñar igual rol que los hombres. Y estamos capacitadas para serlo, al igual que los hombres.
A partir de esta nueva experiencia, ¿Piensa seguir avanzando hacia otras posiciones?
Definitivamente. Estoy trabajando para seguir avanzando, porque el ser humano no debe ponerse límites. Estoy trabajando para cumplir mi rol y salir bien, para no defraudar a todos y cada uno de los que han confiado en mí.
Usted viene de una familia de policías…
Así es. De nueve hermanos, cuatro somos policías. Hay una segunda teniente y una mayor. Tengo que buscar si existe en la historia de la Policía que un hombre y una mujer siendo hermanos hayan sido generales de esta institución. (Es hermana de Víctor Campusano Jiménez, subjefe de la Policía). En la Policía hay cinco generalas. Yo soy la número cinco (risas).l
Consejo
“Exhorto a todas las mujeres policías a que se empoderen. Que no permitan que las acomoden, porque si queremos llegar, tenemos que desempeñar igual rol que los hombres”.
Templanza
“Estoy trabajando para seguir avanzando. El ser humano no debe ponerse límites. Trabajo para cumplir mi rol y salir bien. No quiero defraudar a todos y cada uno de los que han confiado en mí”.