¿Johnny, cómo te inicias en el arte?
Cuando terminé el bachillerato no sabía qué iba a estudiar. Resulta que conseguí una guía de carrera de la UASD y por esta vía me matriculé en la carrera de Arte Publicitaria. En ese entonces, trabajaba como mensajero en una publicitaria y por influencia de los trabajos que realizaban en ese lugar me decidí por la misma y, luego, al paso del tiempo me inscribí en la escuela de Bellas Artes.
¿Siempre quisiste ser pintor?
Sí, en realidad esto surge en los años ochenta. Yo era un asiduo visitante de la Zona Colonial, el ambiente que reinaba en el lugar y la influencia que recibí de muchos amigos me calaron muchísimo. Además, en aquella época, también era un gran melómano. En ese tiempo, don Pepe Bonarelli era el propietario de una tienda de artículos de regalos en el Aeropuerto Internacional de las Américas, y durante casi siete años fui suplidor de unas camisetas que yo pintaba con paisajes y otros motivos típicos de nuestro país. Con el dinero que producía por esta labor compraba los materiales para mis estudios en Bellas Artes.
¿Según tus conocimientos, cuáles son los elementos básicos para hacer una buena obra de arte?
Sensibilidad para comprender el lenguaje del color y la forma, adaptándolos a las circunstancias expresivas donde quiere llegar. Se necesita poner el ojo y el corazón en consonancia con lo que se hace. El artista se supera con el paso de los años y el trabajo persistente.
¿Cómo defines la técnica con que trabajas?
La técnica que utilizo es óleo sobre lienzo, y aplico diversas formas de trabajar de algunos maestro antiguos, como son el frotis, la veladura, el contraste. Estas técnicas por lo regular las usaban Tiziano, Rembrandt y Velásquez.
¿Qué cualidades debe tener un buen pintor?
La vocación permanente de ser cómplice y entregado al trabajo constante. El arte se expresa en el silencio, es una presión interna que se lleva en el alma. El artista tiene una sensibilidad que el ser corriente no la posee.
¿Cuántas muestras has realizado?
Dos individuales y tres colectivas.
¿En tus inicios, recibiste apoyo de tu familia?
De mi familia no recibí ningún apoyo, pero sí de mi madrina, Felicia Merette.Cada paso que he dado en la vida se lo debo a ella, mi consejera permanente.
¿Cuáles son tus pintores favoritos, alguno de ellos te impulsó a seguir tu sueño?
Del país, admiro mucho a los artistas Ququito Peña, Amable Sterling, Ramón Oviedo y a Elsa Núñez. Del extranjero, a Pablo Picasso, Joan Miró, Kandinski y Jackson Pollock, de este último me nutrí mucho por un libro que tiene el Departamento Cultural de la Embajada de EEUU, y en los años 80 y 90 tomaba prestado cuatro libros por cinco días, esta era una facilidad que brindaba esa esta institución a los estudiantes.
¿Sientes que ha logrado tus objetivos?
No, de ninguna manera, porque soy un soñador despierto y vivo por amor al arte y siempre tengo más deseos de superarme que necesidades que me distraigan.
Cuéntanos de tu próxima individual
Mi próxima individual se llamará figuraciones, contará con 30 obras de diferentes formatos. En esta muestra me vuelvo un poco más onírico. La exposición se realizará el 19 de febrero próximo en el Domínico-Americano.
Por último, ¿para ser pintor se necesita nacer con ese talento?
Claro que sí, pero hay que tomar en cuenta que éste se debe cultivar a cada hora, cada minuto, a cada instante. Hay que leer mucho, distribuir el tiempo entre lo que está y lo que vendrá, presente y futuro.