Fiel al dicho “antes muerta que sencilla”, pondría en vergüenza hasta a la multifacética Gaga. Fue creada en 1930 para la mujer citadina e inmediatamente se convirtió en la favorita de estrellas y socialites, durante los años 60 fue producida a petición de Audrey Hepbrun “la Speedy 30”, una versión más compacta y más práctica.