Ni siquiera había nacido cuando un director le dijo que como cantante no tenía mucho futuro, aunque sí como compositor y él respiró aliviado. Aquel chico, el único varón, que creció en Castejón y entró a la Universidad Laboral de Sevilla, jamás imaginó que podía ser aclamado por millones de personas, mucho menos que se convertiría alguna vez en el cantautor hispano más versionado del mundo. Me pregunto, ¿qué pasaría luego por la cabeza de aquel director? Pero en fin, es la misma historia de muchos otros artistas, aunque algunos realmente no canten.
Mientras muchos vemos en la neblina un obstáculo para andar y nos opaca la visión, para José Luis Perales fue todo lo contrario, la primera canción que escribió, “Niebla”, fue la luz de este largo camino que ya se acerca a los 40 años en el escenario.
Le ha cantado al amor, a la libertad, a la unión de las naciones, a las despedidas, al dolor de ver a una hija enamorarse y aunque algunas de sus canciones tienen letras tristes, su interpretación en lugar de lágrimas, provoca paz y nos hace abrir baúles.
Y no miente cuando sus canciones lo declaran un enamorado, en verdad lo es. Una mujer llamada Manuela Carrasco ha sido, como él lo dice, “la razón de su vida” y con la cuál ha estado casado tanto tiempo como con la música. Casi forzado se decidió a lanzar al público la primera canción escrita y cantada por él, rogando para que fracasara y él pudiera seguir entre la composición y las horas con Manuela. Sin embargo, a dos semanas de cantar “Celos de mi guitarra”, debutó número uno en “Las 40 principales”.
Aunque así lo deseaba, no había forma de volver atrás, ya había firmado y tras los éxitos de “Quisiera decir tu nombre”, “Y te vas” y “Cosas de doña Asunción” , no ha podido parar. Tan poco ha parado la pluma, que la Sociedad General de Autores de España tiene registradas bajo su nombre, más de 450 títulos.
No sé dónde los guardará, pero ha recibido más de 100 discos de Oro y Platino, así como las recientes Gaviota de Plata y Oro en el Festival Viña del Mar 2012, a cuyo escenario tuvo que subir a cantar a petición del público, aún cuando él era el presidente del jurado.
Ahora, seis años después de haber sacado su última producción de canciones inéditas, regresa con “Calle Soledad” y su público lo recibe como si el tiempo no hubiera pasado, como si siempre hubiera estado al alcance de “Play”.
Calle Soledad Tour comenzó en junio de este año, en España y en el país tendrá dos presentaciones, para luego concluir en México.
El disco, producido por su hijo Pablo Perales, consta de 12 sencillos con un toque fresco, de un Perales que dice “se renueva o muere”.
Él mismo ha confesado que una crítica definía el concierto como “tres Perales en uno, y es verdad: Canto canciones con todos los músicos, sólo mi voz con un piano, y otras con dos guitarras acústicas. Incluso toco la guitarra, que nunca antes lo había hecho en un concierto”.
Imposible que venga sin cantarnos “Amada mía”, “El amor”, “Y la llamaban loca”, “Y cómo es él” , “Pensando en ti”, “Me llamas” o “Desde que te quiero”. Los clásicos son su carta de presentación, algunos de ellos vendrán con nuevos arreglos, aunque no es necesario, todos los amamos tal como los escuchamos la primera.
Calle soledad tour
Día: viernes 23 y sábado 24 de octubre. Lugar: Sala Carlos Piantini, Teatro Nacional Eduardo Brito Precio: RD$3,200 en foso, RD$3,000 en platea fila A a la V,. RD$ 2,800 en platea fila W hasta BB, y RD$2,000 en balcón.
Quizás no sabías qué…
José Luís Perales ha ha compuesto para Mocedades, Raphael (Sigo siendo aquel), Vicky Carr, Lola Flores (Gitano tú, gitana yo), Vicente Fernández, Isabel Pantoja (Se me enamora el alma y Marinero de luces), Rocío Jurado, Yuri, Daniela Romo, José Luís Rodríguez (El Puma), José Feliciano.
El Dato
¿Sabes qué hace Perales en su tiempo libre? A parte de jugar a tomar el té con su nieta Manuela o tratando de crearles una nueva versión de los mismos cuentos que le inventaba a sus hijos, también disfruta de cultivar el jardín, podar las flores o en el huerto. Cuando no, se le puede encontrar tratando de lograr una bella escultura de barro, en su taller de cerámica, ésta es su segunda pasión. Para componer, se va a la casa que tiene en su tierra natal, Castejón, allí no hay electricidad, teléfonos ni ruido, algo quijotesca dice él, y puede encontrar la soledad que necesita para escribir.
