Pescadores de Manzanillo denunciaron que embarcaciones haitianas depredan indiscriminadamente sus cayos, matando una cantidad considerable de especies marinas
La depredación se da ante la indiferencia de las autoridades, de acuerdo a lo denunciado por la asociación de pescadores Guardianes Marinos de Manzanillo.
Los pescadores afirmaron que diariamente miles de alevines, careyes y otras especies cuya pesca está vedada, son arrasados por desaprensivos sin ningún tipo de control.
“Esos alevines o peces pequeñitos, ellos lo llevan a Haití, lo disecan y lo envuelven en polvo para consumirlos en sopas y comercializarlo dentro de su mismo país”, denunció Jesús Belliard, directivo de la entidad que agrupa a pescadores de la zona.
Burlan la seguridad dominicana
Aunque en diferentes puntos de la bahía hay vigilancia permanente por miembros de la Marina, esto no es obstáculo para que los pescadores entren sin ningún control.
En su mayoría utilizan para pescar un sistema de arrastre lo que se conoce como “chinchorros” con aberturas muy pequeña con los cuales atrapan todo a su paso, práctica que está prohibida por las leyes medioambientales.
Algunas de esas embarcaciones son atrapadas en flagrante delito pero no se les aplica las debidas sanciones y son dejadas en libertad con todo y equipos de pesca, de acuerdo a lo informado por Belliard.
Denunció que las autoridades de la provincia otorgan permisos especiales a personas particulares para que penetren a la Bahía de Manzanillo y utilicen los sistemas de arrastres sin la mínima supervisión.
Dijo que en muchos lugares se vende la carne de Carey a pesar que la captura de esa especie está prohibida por el peligro de extinción.
Práctica disminuye peces aptos para pesca
Además del daño ambiental, la incursión de los haitianos perjudica a los pescadores de la zona que usan sus mallas reguladas y que han visto mermadas sus actividades por la disminución de los peces aptos para el consumo. Jesús Belliard abogó por el uso racional de los recursos marino para que comunitarios se beneficien pero a la vez luchen por su preservación.