El historiador, político y pensador marxista nacido en la colonia británica de Trinidad, en su obra histórica de mayor lectoría que sobre la revolución haitiana escribiera con el título The black Jacobins, describe desde la perspectiva de la sociedad de abajo, la personalidad y los hechos del principal protagonista, el general Toussaint Louverture:
Uno de sus guías era Dessalines, que no sabía leer ni escribir, de cuerpo lleno de cicatrices por los golpes del látigo, pero un soldado nato, quien pronto estaría en el alto mando. Las fuerzas de Toussaint engrosaron tanto por su audacia en el combate, como por su maestría en la política y la intriga. Cuando el teniente coronel Nully desertó frente a Toussaint, los franceses nombraron a Brandicourt en su lugar. Con 300 hombres seleccionados, Toussaint preparó una emboscada a Brandicourt. Mientras los hombres de Brandicourt se acercaban no se les disparó pero se los retó: “¿Quién va?”, “Francia”. “Entonces que su general venga a hablar con el nuestro—no sufrirá ningún daño”.
Brandicourt, quien estaba en el centro, ordenó un ataque, pero sus hombres le rogaron que conversara con Toussaint. Tan pronto como Brandicourt siguió adelante fue capturado y llevado frente a Toussaint, quien le ordenó escribir una orden a sus fuerzas para que se rindieran. Con lágrimas, Brandicourt escribió a Pacot, segundo en comando que había sido capturado y dejó que hiciera lo que considerara mejor. Toussaint rompió la carta e insistió en que Brandicourt escribiera una orden directa de rendición. Brandicourt escribió, y al recibir la carta, Pacot (que estaba en contacto secreto con Toussaint) dijo a los otros oficiales, “hagan lo que deseen, yo me rindo”. Los tres destacamentos se unieron a las fuerzas de Toussaint sin que se disparase un solo tiro. Cuando Toussaint retornó al campo a la cabeza de estas tropas de blancos, sus propios hombres estaban tan sorprendidos que tuvo dificultad para asegurarles de que los soldados nuevos eran aliados, y hasta su jefe, d´Hermona estuvo maravillado.
Esta victoria incruenta le entregó a Dondon. Marchó a Marmelade, en donde una batalla duró todo el día. Vernet, el mulato comandante, llamado cobarde por Polverel, se encontró de pronto en dificultades, y rápidamente desertó hacia Toussaint con 1,200 hombres. Toussaint tomó Ennery y el comandante de ese fuerte se le unió. Solo quedaba Plaisance entre él y Gonaives; pero fue hecho retroceder por una legión mulata del oeste, que recuperó a Ennery. Después de un breve respiro para reunir sus fuerzas, reconquistó a Ennery, y en diciembre de 1793 marchó a Gonaives.
Al regreso tomó a Plaisance, y en Chanlatte el comandante se le unió con todas sus tropas. Todas las guarniciones de St Marc, Verrette, Arcahaye, en aislamiento desesperado, rodeados por Toussaint se rindieron ante éste y se sumaron a sus fuerzas. …
La abolición de la esclavitud había debilitado la moral de los comandantes republicanos y entre unirse a la contrarrevolución bajo Toussaint, o ser masacrados por éste, la opción está clara …