Traigamos a colación un poco de cultura para poner en contexto este artículo, y recordemos al Rey Midas, sí aquel que convertía en oro todo lo que tocaba. Pues Garance Doré, parece tener un toque similar.
Francesa de nacimiento, ilustradora y fotógrafa de profesión. La oportunidad de Garance surgió el 2006, tras cerrársele una puerta. Estando sin trabajo una vez, decidió iniciar su blog, cuando muy pocos sabían qué hacer con eso.
Su expresiva y jocosa manera de documentar su vida abiertamente, más sus acertadas y particulares ilustraciones, pronto extendieron su fama. Por supuesto, no podía faltar su pasión por la moda, su cercanía a interesantes íconos de estilo y sus recomendaciones de productos.
Primero fue “La France”, y el siguiente paso sería traducir cada post para llegar a los angloparlantes. ¡Boom! El blog de Garance Doré es uno leído por cualquier blogger, periodista de moda y fashionista que se aprecie.
Para hacerlo más interesante, su relación romántica con el famoso fotógrafo Scott Schuman, The Sartorialist, también la hacía más interesante. El dúo perfecto dentro y fuera del internet. Todos quieren seguir lo que hacen, desde sus lugares predilectos para vacacionar, hasta la pomada que usa para moldear su cabello.
Pocos lo creerían, pero a pesar de la opulencia que la rodea, Garance mantiene un look bastante básico y suele preferir colores neutrales, casi nada de maquillaje y prendas alejadas de lo estridente.
Hoy, la firma Garance Doré ha evolucionado a pasos gigantescos. Ya cuenta con “Pardon my french”, su propia serie de cortos de tv colgados vía YouTube, en los que interactúa con fashionistas e inspiradores personajes del arte y la moda.
Su trabajo como ilustradora ha multiplicado su valor y en ocasiones es requerido por importantes marcas y revistas, a veces incluso en proyectos junto a Scott.
Por si fuera poco, en su site ya cuenta con una tienda en la que sus devotos pueden encontrar artículos o “goods” bajo su firma, desde su propia línea de libretas, papelería e ilustraciones de sus posts más célebres, hasta covers para celulares.
En definitiva, Garance es el perfecto ejemplo de cómo comercializar un nombre desde cero, trabajando apasionadamente con visión y una buena estrategia de branding.