El vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) advirtió ayer que el país vive una crisis institucional de su sistema de seguridad.Servio Tulio Castaños dijo que esto significa que el país se ha aferrado durante décadas a fórmulas cada vez más obsoletas, que han impedido responder a los retos cambiantes que se deben enfrentar para garantizar que los ciudadanos convivan en un clima que equilibre la seguridad y los derechos de todos.
“Como consecuencia de ello, en la ciudadanía viene creciendo la sensación de que el delito y la criminalidad constituyen un problema urgente”, sostuvo Castaños. Indicó que al final del 2011 se consideraba que este tema ocupaba la cuarta posición dentro de los problemas más apremiantes de la agenda nacional, “y no hay dudas de que se ha convertido actualmente en un sentimiento generalizado de inseguridad”, dijo.
El directivo de la Finjus dio a conocer sus pareceres en el Foro por la Seguridad Ciudadana y la Reforma Policial, organizado por una coalición de organizaciones de la sociedad civil.
En esta actividad salió a relucir el dato de que desde el año 2004 hasta la fecha la tasa de homicidios ha crecido de 13 a 23 por cada 100 mil habitantes.
Castaños apunta que para la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando un país tiene más de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes su situación se puede considerar como una epidemia de violencia.
“Frente a estos retos y metas no alcanzados han surgido, como siempre, los que proponen la salida más fácil de la mano dura, como medio para aumentar la eficacia de las fuerzas encargadas de velar por la seguridad ciudadana”, observa Castaños.
En el foro se analizaron, como ejes principales, la reforma del régimen legal de la Policía, el diseño de políticas públicas concerniente a la seguridad ciudadana y la creación de un Observatorio Ciudadano de la Policía Nacional, para recabar datos puntuales y que aporten a la solución del problema.