Postergar nuestras responsabilidades humanas es siempre un alto riesgo. Asumirlas exige valor, compromiso e integridad. Incluso, ser correctos con nosotros mismos y escoger lo mejor para nuestras vidas puede ser confuso. En esos momentos de definición recordemos las palabras del Apóstol Pablo a Timoteo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Por tanto, no te doblegues ante el temor, es el quien debe irse, apóyate en el Señor porque estará por ti, por tu causa; lo fácil como lo rápido se disfrazan de trampa, ¡pero su guianza es tu confianza! No olvides que entender es antes que pretender, no te apresures, el tiempo cambia hasta lo que sentimos. Domínate, prepárate, ¡tienes el poder de transcender!
¡Espíritu de poder!
Postergar nuestras responsabilidades humanas es siempre un alto riesgo. Asumirlas exige valor, compromiso e integridad. Incluso, ser correctos con nosotros mismos y escoger lo mejor para nuestras vidas puede ser confuso. En esos momentos de definición