Los rectores de la UASD y la UNPHU, al igual que el ministro de la Juventud, justificaron este martes la resolución de Migración que prohíbe inscribir en las escuelas a hijos de inmigrantes ilegales, argumentando que las leyes están para cumplirse.
Mateo Aquino Febrillet, rector de la de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), declaró que le gustaría que la globalización toque a las personas y que los humanos pudieran caminar por el mundo “sin tantas restricciones”, sin embargo, afirmó que las leyes deben cumplirse.
Para el decano de la Universidad Pedro Henríquez Ureña, Miguel Fiallo Calderón, lo ideal sería que no existieran fronteras en el mundo, empero entiende que el problema es serio para el país, exclusivamente para los estudiantes, y también defendió la medida implementada por la Dirección de Migración.
Mientras, el ministro de la Juventud, Franklin Rodríguez, dijo que la educación “no se le niega a nadie”, pero como país se debe enviar una señal clara de que en la nación se respetan las leyes. Opinó que los indocumentados deben regularizarse como lo hacen los dominicanos ilegales en otras naciones. “Nosotros no podemos vivir en la ilegalidad y estamos tomando nuestras medidas y hay que cumplirlas”, manifestó.
Por otro lado, la resolución, que entró el vigencia el uno de este mes, fue calificada por monseñor Fausto Mejía Vallejo como precipitada y pidió a las autoridades que se analice con el fin de buscar una solución viable al conflicto que podría causar.
Manifestó que el momento de su emisión no fue oportuno y abogó por establecer un “cedazo” entre los indocumentados que han llegados al país y los nacidos en él.
A pesar de los conflictos que está causando la medida, que muchos califican como “antihaitiana”, las autoridades aclaran que el reglamento se aplica para todos y que está destinando a controlar la migración.
Las opiniones fueron emitidas en el Ministerio de la Juventud, donde acudieron a firmar un acuerdo con esta cartera y la de Agricultura que enviará varios estudiantes a Taiwán a estudiar, becados por esa nación.