No por repetido ha dejado de ser cierto: una dieta sana, es decir, una dieta que procura y alarga en el tiempo nuestra salud debe tener presentes necesariamente frutas y verduras.
Un estudio del University College London lo cuantifica: comer por lo menos siete porciones diarias de frutas y verduras puede ser la mejor opción de retrasar la muerte por cualquier causa.
Una dieta rica en frutas y verduras se ha relacionado con una buena salud pero muchos de los estudios que se centran en esta asociación en gran medida se han llevado a cabo en personas que ya son propensas a estar pendientes de su salud.
Aunque se recomienda un elevado consumo de frutas y verduras para mejorar la salud cardiovascular, la evidencia de su impacto en prevenir el cáncer, por ejemplo, está menos clara.
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