La hostilidad mostrada por las autoridades haitianas frente a la República Dominicana, evidenciada en sus constantes e infundadas denuncias contra la política migratoria del país y más recientemente por el impedimento de entrada por vía terrestre de 23 productos, no debe obnubilar la razón del Gobierno dominicano. Exacerbar los ánimos en procura de incrementar la tensión entre estos dos países es la pretensión de sectores extremistas tanto de aquí como de allá. Las autoridades dominicanas deben seguir respondiendo con firmeza a la inexplicable actitud del pequeño grupo haitiano en el poder, pero jamás renunciar a la posibilidad del diálogo y la salida consensuada a muchos de los problemas generados en el marco de esta relación bilateral.
Es siempre recomendable que se encuentren vías de acercamiento entre representantes de las dos naciones, que permitan poner sobre la mesa de negociaciones temas fundamentales que no pueden ser resueltos de manera unilateral. Entre estos están el de las relaciones comerciales, el desarrollo fronterizo, el de la seguridad y el tema ambiental. En tal sentido, se debe reconocer como positiva la reunión de alto nivel sostenida entre los presidentes Danilo Medina y Michel Martelly, junto a funcionarios de ambos gobiernos. Este encuentro fue un paso en la dirección correcta, dentro de un proceso que deberá conducir a reducir las diferencias y a buscar salidas a los principales problemas generados.
Los antecedentes de diálogos binacionales y el incumplimiento de lo acordado, generan un profundo escepticismo sobre la posibilidad de que esta vez se pueda avanzar. Sin embargo, no hay otra opción que la de seguir intentándolo, promoviendo el acercamiento cuantas veces sea necesario. Los seis puntos acordados en esta ocasión apuntan a que se podrá tener avances. El tema comercial es especialmente importante, por lo que se espera que en la próxima reunión entre funcionarios haitianos y dominicanos se tengan resultados satisfactorios. Sin la normalización del transporte terrestre de mercancías, no podrá ser posible generar la confianza necesaria para avanzar en el establecimiento de acuerdos sobre otros aspectos de la agenda binacional.
Fue acertada la decisión de restablecer la representación diplomática en ambas naciones, así como la de apoyar el Consejo Binacional Quisqueya, una interesante iniciativa privada desde la cual se busca invertir más de cinco mil millones de dólares en la frontera. La decisión de reactivar los trabajos de la Comisión Mixta Bilateral deberá contribuir a dar continuidad a estos acuerdos y a mejorar los canales de comunicación entre ambos países. Ojalá siga prendiendo la idea entre líderes dominicanos y haitianos, de que el diálogo es el camino.