Para todos los que sentimos la dominicanidad, el 27 de febrero constituye la mayor celebración patriótica de todas las que durante todo el año conmemora el pueblo dominicano.A 202 años del nacimiento del forjador de la nacionalidad dominicana podemos considerar como sinceras las alabanzas que se pronunciaron a favor de Duarte, lo que contrasta con las alabanzas que años atrás se exteriorizaban a favor del insigne patriota que de acuerdo al editorial del Semanario “Camino” del año 2014, órgano de difusión de nuestra Santa Madre Iglesia Católica encontramos que muchos lo aplauden y hasta lo veneran porque ya está muerto, pero el accionar de muchos hace tiempo enterró los ideales del Padre de la Patria.
Sin embargo, fue mucho el sacrificio que sufrió nuestro Juan Pablo Duarte para darnos la nacionalidad incluyendo desprecios, destierros e incalculables sufrimientos y hasta traiciones de algunos de los que en principio fueron sus simpatizantes y seguidores, pero sugiere el editorial del Semanario Camino de que es hora de que resucitemos a Duarte y difundamos por toda la geografía nacional su vida y su obra.
En diciembre de 1821 el Dr. José Núñez de Cáceres proclamó contra España la independencia de la parte española de la isla, poniéndola bajo el protectorado de la Gran Colombia, cuya independencia finalizó el 16 de enero de 1822, cuando el presidente de Haití Jean Pierre Boyer se apoderó de la parte española de la isla.
Desde ese momento la historia recuerda que esa fue la mayor preocupación de Duarte, quien se trazó en su mente la idea de hacer libre la patria o se hunde la isla, como él mismo proclamó.
Los haitianos nos gobernaron hasta el 27 de febrero de 1844, o sea, durante 22 años, y durante ese largo período los dominicanos libramos aguerridas batallas para mantener libre la patria, que nos legara, junto a esforzados héroes nacionales entre los que se destacaron: Matías Ramón Mella y Francisco Sánchez del Rosario, fusilado en El Cercado por orden de Santana, en su ardua lucha por la liberación nacional.
Fueron muchas las batallas libradas entre las cuales cabe mencionar La Limonade, del 19 de marzo, La Estrelleta, El Número, El Memizo, la de Santiago o 30 de Marzo, etc., hasta lograr definitivamente nuestra Independencia Nacional cuyo aniversario celebramos los 27 de febrero de cada año.
Entre las iniciativas de Duarte para obtener la libertad del pueblo dominicano se destaca la conformación de la denominada “Trinitaria” en la que un grupo de valientes, discípulos de Duarte, se comprometieron mediante el juramento “Trinitario”, a luchar hasta con sus propias vidas, por nuestra libertad.
Otra fecha de gran interés nacional que celebramos el 27 de febrero es el “Día de la Bandera”, sobre la cual destacamos los siguientes datos:
Nuestra Constitución determina que la Bandera Nacional se compone de los colores azul ultramar y rojo bermellón, cuarteles alternados, colocados de tal modo que el azul quede hacia la parte superior del asta, separados por una cruz blanca del ancho de la mitad de la altura de un cuartel y que lleve en el centro el escudo de armas de la República. La bandera mercante es la misma que la nacional sin escudo.
Además de símbolo, la bandera es el alma de la Patria.
Nuestra Bandera o Enseña Nacional fue concebida por la mente del inmaculado patricio Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria dominicana, y su diseño fue aprobado por los Trinitarios el 16 de junio de 1838. Por primera vez ondeó airosa el 27 de febrero de 1844, día de nuestra Independencia Nacional.
La primera bandera dominicana se izó con el grito de ¡Viva la República Dominicana!, y fue confeccionada por María Trinidad Sánchez y Concepción Bona.
Los dominicanos reverenciamos y amamos nuestra bandera, y con orgullo sentimos repercutir en nuestros pensamientos los versos significativos del poeta Gastón F. Deligne en su composición poética “Arriba el Pabellón”:
Que linda, en el tope estás,
dominicana bandera!
Quién te viera, quién te viera,
más arriba, mucho más.
Termino esta entrega para conmemorar el 27 de febrero, nuestra Independencia Nacional y el día de nuestra enseña tricolor, con la primera estrofa del himno a la Bandera, autoría del eminente educador don Ramón Emilio Jiménez, que dicen:
Ya empezó su trabajo la escuela
Y es preciso elevarte a lo azul,
Relicario de viejos amores,
Mientras reine la mágica luz.
Loor a Mella, quien junto a Duarte y a Sánchez, son nuestros Padres de la Patria al habernos legado esta nación que con orgullo denominamos ¡Pueblo dominicano!