La bondad de Dios puede ser saboreada plenamente si purificamos el corazón, allí el sabor de su gracia incondicional y aceptación total es inconfundible. Amar, perdonar, restaurar, sanar, bendecir en miles de formas, es su naturaleza. Hay quienes nacen sin amor, otros son rechazados desde el vientre, viviendo en ambientes hostiles, creciendo en un mundo egoísta, viciado, con círculos sociales desnutridos de afecto sincero y amor consagrado. Y dado que no vemos las cosas como son, sino como somos, desconocemos el amor esencial, reaccionando como minusválidos emocionales sin experimentar el menor pesar. Quien puede prescindir del ser amado puede prescindir de todo. Sin embargo, Dios no prescindió de nosotros, prefirió perdonarnos, muriendo en la cruz. Dios conoce tus vacíos, pero sabe lo que puedes llegar a ser lleno de Él.
?¡Desde la cruz?!
La bondad de Dios puede ser saboreada plenamente si purificamos el corazón, allí el sabor de su gracia incondicional y aceptación total es inconfundible. Amar, perdonar, restaurar, sanar, bendecir en miles de formas, es su naturaleza. Hay quienes…