A pesar de que descubrimiento, según la Real Academia Española de la Lengua es “acción y efecto del verbo descubrir”, cuya definición tiene siete acepciones, la mayoría de las cuales conectan lo tapado con el efecto de hacer de conocimiento lo cubierto.
Desde cuando los europeos conocieron, posiblemente a través de las cartas del navegante italiano Amerigo Vespucci, que tuvieron el efecto en los europeos de hacerlos percibir que él había encontrado en sus propios viajes que las tierras recién descubiertas no estaban en Asia, sino que conformaban un nuevo mundo hasta entonces desconocido.
Las Casas, que veía en Cristóbal Colón a un predestinado elegido por la divinidad para con su hazaña servir a la gloria de Dios, habla de que sería bueno que se considere la lesión y la injusticia que Americo Vespucio parece haber hecho al Almirante, o que aquellos que publicaron sus Cuatro Viajes han hecho al atribuir el descubrimiento de este continente a aquél, sin mencionar a ninguna otra persona más que a Vespucio. Debido a esto, todos los extranjeros que escriben sobre estas Indias en latín, o en sus lenguas maternas, o que hacían mapas o cartas de navegación llaman al continente América, como si hubiera sido descubierto por Américo.
Si aceptáremos que descubrir es destapar lo tapado, o hallar lo ignorado o desconocido, podría pensarse que los dos son descubridores, excepto que no descubrieron a mundo nuevo, puesto que ese mundo desde Alaska hasta la Tierra del Fuego estaba habitado por millones de personas desde hacía mas de diez mil años. Ambos, sin embargo son descubridores: descubrieron la ignorancia de la ciencia y la teología europea del siglo XV.
Parece que la confusión se ha mantenido en la expresión de los pueblos que instintivamente ven cómo sus libros de texto para el aprendizaje de la historia nacional, se inicia con un anclaje en el primer viaje de Cristóbal Colón en la mayoría de los casos. Solo encontré una excepción en el relato por Wikipedia de la Historia del Perú, que se inicia con: “La historia del Perú abarca de manera continua más de 13 milenios de ocupación humana. Los primeros grupos humanos habrían llegado hacia fines de la glaciación wisconsiense hacia el XI milenio a. C. como cazadores-recolectores, cuyos descendientes empezaron a desarrollar la horticultura hacia el VIII milenio a. C.”.
Tenemos la obligación de cambiar nuestras percepciones del ser colectivo, pues no somos simplemente los descendientes mestizos y mulatos que la invasión de los sanguinarios saqueadores esclavistas europeos permitió vivir hasta que éstos lo obligaron a claudicar. Somos mucho más que esa historia. La verdadera historia de cada pueblo americano se inicia con fenómenos geológicos, sigue con fenómenos paleoecológicos hasta llegar hasta el estudio de las migraciones humanas que poblaron el continente americano, por ser éste el fenómeno con que se inicia la verdadera historia del hombre en América y no el 1492.