Dijo cierta vez Thomas Watson: “La conciencia es como una abeja; úsala bien y te dará miel; úsala mal y te clavará un aguijón”. La conciencia limpia es un templo en cuyos altares reposan los pensamientos que triunfaron sobre los sentimientos que tentaron. Allí se postran ante el Altísimo los corazones que gobiernan con temor a Dios y se alimentan con palabra viva, por ello una conciencia muerta resulta de una existencia desviada, pero una pura es panal para almacenar la miel de una vida digna. Guarda tu corazón, porque un corazón cansado produce apatías, uno decepcionado produce indiferencia, uno afligido produce depresión, uno aturdido trae insensatez, el herido produce amargura y el roto, división, el abandonado desborda despecho, el confundido contiendas, el reseco, ironías, pero el corazón amado desbordará miel.
¡Desbordará miel!
Dijo cierta vez Thomas Watson: “La conciencia es como una abeja; úsala bien y te dará miel; úsala mal y te clavará un aguijón”. La conciencia limpia es un templo en cuyos altares reposan los pensamientos que triunfaron sobre los sentimientos̷