La relación Gobierno-Sociedad se ha caracterizado en la República Dominicana por un acercamiento coyuntural, casi siempre de origen oficial, con la finalidad de recabar el apoyo de la gente a determinados proyectos o procesos. El trabajador social José Ceballos afirma que el país vive en la actualidad en una gobernabilidad pasiva en la que a pesar de los múltiples problemas no hay un quiebre de las relaciones Estado-Sociedad. Los niveles de inversiones económicas se van desarrollando y donde aparentemente no hay un crecimiento de protesta que atente contra el control político y social del país.
Diálogos populares
En el primer trimestre de 2009, cuando la crisis financiera mundial alcanzó niveles inesperados, el presidente de entonces, Leonel Fernández, inició un proceso de consulta y búsqueda de apoyo en los sectores populares.
Los llamó “Diálogos Populares o Encuentros Democráticos”, en los que las “fuerzas vivas” exponían sus problemáticas y posibles soluciones. Recorrió casi todo el territorio nacional escuchando a la gente y explicando la situación del país. Entendía que había que “blindarse” ante los efectos de la crisis exógena.
“Tenemos que bajar las escalinatas del Palacio Nacional y colocarnos hombro con hombro con los hombres y mujeres de la República Dominicana”, dijo en uno de los encuentros en el que también agregó: “Si la crisis continúa, si no hay manera de ponerle un torniquete a la hemorragia, entonces la situación de recesión que hoy en día existe en el mundo podría afectar severamente no sólo a las grandes naciones desarrolladas, sino la gobernabilidad en países como la República Dominicana”.
Aunque muchos pequeños problemas fueron solucionados en las comunidades por vía de esos encuentros, otros tantos se quedaron en promesas, lo que causó una retahíla de marchas y peregrinaciones al Palacio Nacional para reclamar el cumplimiento de los acuerdos. Para el politólogo Rafael Toribio los últimos gobiernos se han caracterizado por una desconexión entre lo que hace el Gobierno y lo que la gente demanda.
Precedentes
No era la primera vez que el presidente Fernández acercaba su administración a las mayoría, para legitimar sus decisiones, lo hizo con el Diálogo Nacional creado mediante el decreto 489-97, un año y tres meses después de haber asumido al poder por primera vez.
Durante su segundo mandato, en el 2004, Fernández volvió a consultar al pueblo para su proyecto de reforma constitucional que culminó con su aprobación el 26 de enero de 2010 en medio de críticas de algunos sectores que plantearon la reforma por vía de una asamblea constituyente.
En enero de 2005, Fernández crea mediante el decreto 13-05 el “Consejo Económico, Social e Institucional” como órgano consultivo del Gobierno que lo integraron diversas instituciones y organizaciones de la sociedad civil y el propio Estado. Su primer director fue Rafael Toribio.
El estilo de Danilo
Desde inicio de su gobierno, el presidente Danilo Medina, inició una nueva forma de relacionarse con los distintos sectores con las llamadas “visitas sorpresa” a las comunidades los fines de semana. “Yo estoy yendo donde los que no pueden ir donde mí… los otros solicitan su cita en el Palacio Nacional y resuelven conmigo allá, pero ustedes no, ustedes no tienen las facilidades de que alguien les abra las puertas del Palacio Nacional para hablar con el presidente de la República”.,dijo.
Su despacho ha estado abierto a las cúpulas de partidos como el Revolucionario Dominicano, su presidente Miguel Vargas e Hipólito Mejía; a los reformistas, a dirigentes de su partido, a los líderes del Congreso Nacional, alcaldes, al presidente de la Suprema Corte de Justicia y a los empresarios.
LOS EXPERTOS
Danilo Medina
Presidente de la República
“Yo estoy yendo donde los que no pueden ir donde mí…los otros solicitan su cita en el Palacio y resuelven conmigo allá, pero ustedes no tienen las posibilidades de que alguien les abra las puertas del Palacio”.
Leonel Fernández
Expresidente de la República
Aunque creó varias instancias para el diálogo y la participación, al tomar decisiones primó casi siempre el interés oficial que las propuestas de soluciones de los convocados a consultas.
