Milagros del Rosario Quezada Borbón, conocida en el mundo artístico como Milly, La reina del merengue y embajadora del ritmo de los dominicanos, es un gran ser humano; una mujer que ha cantado y contado su historia al ritmo de la tambora y la güira.
Muy joven descubrió su amor por la música y se fue involucrando en el mundo del espectáculo, hasta convertirse en una de las máximas exponentes del merengue. Tres décadas han pasado desde que se embarcó en el proyecto musical Milly, Jocelyn y Los Vecinos, una orquesta conformada por dominicanos radicados en Nueva York, que por años se adueñó de las fiestas de Navidad y de fin de año.
Un día su hermana Jocelyn decide abandonar la orquesta para dedicarle su vida a Dios.
Este fue un momento difícil, pero no sería, ni remotamente, la pérdida más dolorosa que tendría que soportar. Una enfermedad le arrebató a su esposo Rafael y con él una parte de sí misma. Muchos pensaron que se apagaba su estrella, pero una vez más, su fuerza y el amor por su profesión le permitieron levantarse. Hoy, Milly recuerda algunos episodios que han ido conformando la historia de su vida.
Una muestra de la grandeza de Dios
El embarazo de mi hermana y su ayuda en los momentos difíciles
Cuando mi hermana me dijo que Dios la había llamado y que no podía seguir en la orquesta, yo me opuse y ella me dijo: ‘‘¿qué tú quieres que me suceda para que creas que es verdad?, y yo sin pensarlo mucho le dije, que quedes embarazada. Me fui de gira para Colombia y cuando regresé la encontré demacrada y le dije que se hiciera la prueba, la hizo, dio positiva. Y ahí está su hija”.
1.- Jugar con mis hermanos
Cosas de muchachos
Jugar con tierra y un palito, es una expresión que puede sonar extraña, pero es un reflejo de la inocencia con que transcurrieron esos días. Las precariedades con que crecimos mis tres hermanos y yo, nos hicieron desarrollar una gran imaginación y de cualquier cosa inventábamos un juego.
2.- Nuestra propia piscina
Un chapuzón de inocencia
Nuestra infancia fue difícil en cuanto a lo económico, no teníamos muchos juguetes, pero fuimos muy felices. Por ejemplo, los días de verano no nos quedábamos atrás y un tanque lleno de agua se convertía en la mejor piscina del mundo. Tenemos fotos de los cuatro dentro del tanque.
3.- Los Reyes Magos
Razones para no creer
Este es, quizás, el capítulo más triste de mi infancia, porque yo no entendía por qué a otros niños les traían tantas cosas y a mí y mis hermanos casi nada. En mi inocencia me preguntaba la razón. Cuando mis padres me confesaron la verdad, se lo dije a mis hermanos para que no les pasara lo mismo.
4.- Llegar a otro país
Una vida nueva
Llegar a Nueva York fue algo inolvidable, desde que nos desmontamos del avión nos impresionó la grandeza de esa ciudad y después, en el apartamento, al ver la nevera llena de todo nos quedamos con la boca abierta. Pero lo más difícil fue el idioma, en Washington Highs nadie hablaba español.
5.- La música
30 años de historia
La vida transcurría entre el aprender inglés, asistir a clases y las reuniones para pasar un buen rato los fines de semana. Fue durante esas veladas cuando nació lo que se conoció como Milly, Jocelyn y Los vecinos y también nace mi carrera musical que arriba hoy a sus 30 años.
6.- Una broma Pesada
Me dominó la histeria
Recuerdo un día que teníamos una rueda de prensa en Puerto Rico y Jocelyn dijo que se iba de la orquesta porque le hicieron una oferta para hacer otra agrupación. Me puse histérica, me encerré a llorar en un armario y ella salió corriendo a decirme que era una broma.
7.- La pérdida de Rafael
Una página de dolor
La muerte de mi esposo es un episodio muy doloroso. Me aislé moral, espiritual y físicamente, le tomé miedo a la vida. Lo tenía todo a mi alrededor, pero sentí que con él se moría todo, en lo profesional y en lo personal. Fue como ver morir 20 años de convivencia.
Él era todo para mí.
8.- Volver a empezar
La vida sin mi esposo
Fíjate, la grandeza de Dios uno no la entiende. Cuando mi hermana Jocelyn salió de la orquesta para dedicarle su vida al Señor, fue un duro golpe, pero precisamente ella y su fe me ayudaron, ella estaba preparada para darme la fortaleza que iba a necesitar en esos días difíciles.
9.- El regreso a la música
El amor de mi pueblo
De la mano de Pedro Núñez y su esposa Josefina, volví a retomar mi carrera. Cuando me hablaron de hacerle un disco homenaje a Rafael me gustó la idea y lo hicimos, pero no olvidaré la emoción que sentí cuando puse los pies en el escenario del Jaragua y recibí el amor del público.
10.- Mis hijos
Aún les pido perdón
Cuando Rafael murió, me olvidé de todo, hasta de que tenía hijos (hace una pausa y dos lágrimas ruedan por sus mejillas) hoy y siempre les pido perdón, porque me perdí de muchas cosas que pasaron en sus vidas en esos momentos. Ellos también estaban sufriendo.