En la era que vivimos es momento de revisar el concepto de infidelidad y entender que lo que para unos es un juego inofensivo, para otros puede ser el principio del fin de la relación.
Todo inicia con un flirteo leve. En buen dominicano, “un corito”, nada del otro mundo. Nada de llamadas largas, ni conversaciones sobre cuestiones personales o intereses de cada quién. Sólo un par de mensajitos por Whatsapp, Facebook Messenger o Snapchat. Quizás de vez en cuando una foto –“tú sabes, para ponerle un poco de picante al asunto”.
Así comienza todo. Un juego que en algunos casos no llega a nada, pero que en otros es el inicio de la causa número uno de divorcios y rupturas: la infidelidad. Según el libro Infidelidad, de Gary y Mona Shriver, uno de cada cuatro matrimonios es impactado por ésta, por lo que pareciera que todo el mundo ha sufrido, conoce a alguien o conoce a alguien que conoce a alguien, que ha pasado por el dolor de la traición.
Y es que la infidelidad parece ser tan vieja como las relaciones de pareja. “No cometerás adulterio” es una sentencia establecida entre los diez mandamientos de la tradición judeo-cristiana, que datan de miles de años antes de Cristo, aunque –desafortunadamente-, sigue ocurriendo “por los siglos de los siglos”.
Pero, ¿cuándo inicia?
Si observamos una definición básica de infidelidad, se puede decir que ésta se refiere a cualquier tipo de relación alternativa establecida con una persona distinta a aquella con la que se tiene un vínculo amoroso oficial, tal como lo afirma Antonia Cerna Trujillo en el libro Sexualidad Humana. Otra característica que identifica a los actos de infidelidad es que éstos suelen mantenerse en secreto por considerarse una amenaza para la relación.
“La pareja debe tener en su contrato de relación, identificadas, habladas y consensuadas, cuáles son las acciones que consideran actos de infidelidad”, afirma la psicóloga Martha Rodríguez de Báez, terapeuta familiar y de pareja.
Y es que mientras algunos consideran actos de infidelidad sólo aquellos en los que hay un contacto físico: besos, caricias o sexo… para otros una infidelidad se da desde que se establece un flirteo constante mediante mensajes, correos o a las redes sociales.
En la era 2.0
No se puede negar que con la modernidad y la apertura a todo lo digital ha evolucionado nuestro estilo de vida y también la dinámica de las relaciones en diferentes aspectos. Y hoy en día existen más alternativas de comunicación para iniciar el flirteo con quien no es la pareja, aún cuando no se llegue al contacto físico.
Los chats y los mensajes privados en las redes sociales han abierto la posibilidad de mantener una o más “relaciones virtuales”, lo cual puede parecer inofensivo a simple vista, sin embargo, puede convertirse en una bola de fuego.
“Una relación virtual está formada por dos personas que se encuentran lejos una de otra y se comunican a través de internet. Este tipo de parejas puede llegar a sentirse muy unidas, tener lo que se conoce como sexo cibernético e incluso llegar al orgasmo, gracias al lenguaje que utilizan y al uso de la imaginación”, explica el portal CrecimientoyBienestarEmocional.com.
Por si lo dudabas, este tipo de relaciones puede considerarse una infidelidad, pues independientemente de que las personas estén separadas físicamente, “se considera tal toda relación paralela que incluya la formación de un vínculo emocional, la mentira, la traición y el rompimiento de un compromiso, no escrito, con la pareja real”, tal como lo explica el mismo portal.
En el libro Secretos para encontrar pareja en internet, la autora Cecilia Alegría cita un estudio que reporta que 30% de los casos en los que los interesados comienzan a flirtear de forma constante con la misma persona, terminan concretando la relación sexual al cabo de una o dos semanas del coqueteo virtual.
Atención a las señales
Ya sabemos que existen causas muy comunes que provocan la infidelidad: el estrés, las largas jornadas de trabajo, los horarios que no concuerdan, la insatisfacción sexual, la monotonía… todas son situaciones que llevan a los integrantes de la relación a ser más vulnerables ante la oportunidad de iniciar una aventura amorosa.
Hay signos que delatan cuando uno de los dos ya está involucrado en otra relación o pretende hacerlo. “La falta de interés por hacer cosas en pareja, discusiones sin ningún motivo, las mentiras o el mantener cierto misterio son algunas de las causas, aunque no necesariamente estos signos son exclusivos de las personas infieles, pero sí de todo el que está en esta situación. Igual tienden a desconfiar mucho de su pareja, a buscar excusas para siempre estar fuera de la casa”, puntualiza la psicóloga y terapeuta sexual y de pareja, Liliana Cruz Pichardo.
Irónicamente se puede hasta dar el caso de lo que Raymond B. Green define como uno de los signos emocionales de la infidelidad en su libro Infieles: 180 signos reveladores de la infidelidad de la pareja; “Su pareja presta más atención de la habitual a sus necesidades. Esto se debe a los sentimientos de culpa que el infiel experimenta durante las primeras fases de su romance. La atención disminuirá a medida que el romance avance”.
No obstante, Pichardo admite que “hay personas muy discretas en su manera de actuar y siguen con su pareja de la misma forma, pero siempre existe el patrón de sentirse decepcionadas del trato o del ambiente en el que viven y buscan en otra persona vivir un mundo paralelo al suyo para así sentir esa felicidad y deseo perdido”.
Mejor evitar que lamentar
Es importante para la relación que la pareja conozca el sentir y parecer del otro, ya que están en un constante flujo de conocimiento mutuo. Es decir, “saber lo que puede pensar mi pareja de un tema determinado porque ya se ha conversado y porque con el tiempo se van conociendo más. Esto no quiere decir que haya que ponerse de acuerdo para tomar una decisión en la manera de actuar sino que exista el suficiente respeto para no faltarle a mi pareja”, afirma Liliana Cruz Pichardo.
“La mayor tentación que vemos actualmente es la de huir de los problemas del matrimonio o la pareja y encontrar satisfacción ocasional en una aventura amorosa. ¿El resultado? Caemos rápida y dolorosamente, y con frecuencia lastimamos a otros”, dicen los autores Gary y Bárbara Rosberg en El gran libro sobre el matrimonio.
Por tanto, pensar que un simple flirteo o intercambio de mensajes “no es nada”, es el primer error para dar pie a lo que puede ser el principio del fin de una relación. P
Iguales
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Indiana, EE.UU, las mujeres son tan infieles como los hombres. Pero de acuerdo a Charles J. Orlando, autor de El problema con las mujeres… son los hombres, ellas tienden a hacerlo para buscar satisfacción emocional, mientras ellos pueden sólo buscar la parte física.
Prohibido revisar el celular
Durante el 2012, la ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, se convirtió en un constante tema de conversación una vez que la entonces fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice, la citara como base para considerar un delito el revisar un celular ajeno. La ley establece lo siguiente:
Artículo 6- Acceso Ilícito. El hecho de acceder a un sistema electrónico, informático, telemático o de telecomunicaciones, o a sus componentes, utilizando o no una identidad ajena, o excediendo una autorización, se sancionará con las penas de tres meses a un año de prisión y multa desde una vez a doscientas veces el salario mínimo.
Consejos para perdonar y seguir adelante
Si descubriste su infidelidad, pero ambos están dispuestos a perdonarse y superar la situación, la Dra. Martha Rodríguez aconseja lo siguiente:
Estar conscientes de que todos cometemos errores. Las debilidades humanas tienden a tener etapas de actos gobernados por el impulso y las pasiones.
Establecer un nuevo contrato de relación que especifique las conductas reparadoras y lo que ambos han de hacer por el bien de los dos.
Promover los halagos, piropos y regalos. Iniciar una especie de reconquista.
Planear más tiempo juntos de romance y sexualidad.