¿Cuál es la agenda de la OEA?

El secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) declaró que la agenda oficial de la reunión que se lleva a cabo en nuestro país es la discriminación.

El secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) declaró que la agenda oficial de la reunión que se lleva a cabo en nuestro país es la discriminación.Yo empezaría por preguntarme ¿cuál discriminación: ¿La de oportunidades que no tienen nuestros jóvenes? ¿La discriminación a la mujer que recibe maltrato, menores salarios u oportunidades? ¿La discriminación de las personas con algún tipo de incapacidad? ¿La discriminación de salarios bajos contra salarios excesivamente altos? ¿La discriminación de los que no pagan impuestos contra los que los pagan?

¿La discriminación del que utiliza un medio de comunicación para insultar a otro? ¿La discriminación del que utiliza recursos públicos o privados para enriquecerse? ¿O la discriminación del que se le impide expresarse con libertad, es encarcelado por oponerse al régimen y se somete a toda una población al hambre en nombre de una ideología que nadie entiende? ¿O la única discriminación que parece estar de moda es contra la comunidad LGBT?

Luis Almagro es definido como un diplomático atípico, dice las cosas mucho más claro que sus antecesores sin ese lenguaje diplomático que quiere decir todo pero que al final termina diciendo nada.

Es de Uruguay, país extremadamente liberal que acepta los matrimonios del mismo sexo, permite el uso de la marihuana y el aborto no parece crear problemas de conciencia. Para el país es un honor ser tomado en cuenta como sede de la reunión anual de la OEA.

Pero tendríamos que preguntarnos cuál es el objetivo. Nuestros políticos, con contadas excepciones, han mantenido una actitud ambigua con dos temas trascendentales: el derecho a la vida y las relaciones con el vecino país.

Empezaré con Haití. No creo en fronteras que no sean más que las de construir vínculos de desarrollo. Hemos sido el país más criticado con respecto a nuestros vecinos; sin embargo, somos los más solidarios. En estos momentos los sectores empresariales dominicano y haitiano llevan a cabo la Iniciativa Empresarial Quisqueya. Una muralla contra la pobreza, que crea oportunidades entre nuestros dos países para promover empleos en la frontera y evitar como único recurso la migración y mejorar la calidad de vida de los que habitan esa zona paupérrima de ambas naciones.

Qué interesante sería que de esta reunión salieran proyectos para ampliar este plan con el apoyo regional, que participen los Estados Unidos, que tanto les preocupa la discriminación; que se integre a países europeos que hoy temen la migración indiscriminada, pero que nunca supieron apoyar al gobierno haitiano a pesar de su responsabilidad en la pobreza y el atraso de esa nación.

El tema de Venezuela parece que no será incluido en la agenda. A pesar del valiente enfrentamiento de Almagro con Maduro, en el cual este último sólo supo responder con insultos y groserías. Muchos desean que el tema no sea abordado. No importan las violaciones a los derechos humanos, las penurias del pueblo venezolano y la ausencia de libertad. Como el régimen es de izquierda, al parecer todo debe ser permitido. Siempre se ha dicho que los que utilizan la mano izquierda son más hábiles que los que usan la derecha. Parece que eso también se aplica en la política.

Pero lo que parecería ser el tema central de la reunión, y ojalá equivocarme, es la implementación de una agenda LGBT, de matrimonios del mismo sexo y permitir el aborto. Varias veces he dicho que no somos un país que discrimina. Que lo que no aceptamos es que se nos quieran imponer costumbres que no son las nuestras, que se apartan de los valores familiares que sustentamos.

Preocupación debería generar este tema en los Estados Unidos, que se presenta como abanderado del respeto a las preferencias y sólo el pasado fin de semana masacraron en una discoteca a más de cincuenta personas porque celebraban una fiesta gay, y esto que aún están pendientes las elecciones, ya que habría que ver cómo se desarrollan los acontecimientos en temas como estos, en caso de que logre la presidencia Donald Trump.

Una reunión para imponer preferencias sexuales o el irrespeto a la vida, es algo que no podemos permitirnos. Desgraciadamente, hemos sido débiles en eso; los políticos ambiguos, las propias iglesias aún cuando hacen grandes demostraciones públicas se quedan simplemente en declaraciones y no en acciones civilizadas, pero de un fuerte rechazo a los legisladores que pretendan imponernos las agendas que no compartimos.

Espero que todos esos grupos cristianos, las iglesias y la sociedad civil, que tal y como establece la Constitución, desean seguir siendo los educadores de sus hijos, respetan la vida desde la misma concepción y que también respetan a los que deciden hacer parejas del mismo sexo, pero sin querer imponernos esto como un estilo para todos los dominicanos, sepamos como una sola voz hacer valer nuestro derecho de mantener los valores con los cuales nacimos y en los cuales creemos.

Almagro decía: “Cuando el sistema político no puede solucionar los problemas de la gente mejor volver al pueblo”. Si nuestros legisladores no son capaces de oír las voces que están en contra de la agenda que se nos quiere imponer, desde el aborto hasta los matrimonios de parejas del mismo sexo, tendremos que volver al pueblo.

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