En los últimos años se busca fomentar la igualdad entre niños y niñas. Es un tiempo en el cual cada vez más padres tratan de no poner obstáculos y no establecen diferencias entre aquellas cosas aptas y no aptas para unos y otros.
Tanto en los deportes, como en las actividades artísticas, los infantes de ambos sexos participan de forma igualitaria.
Nos es raro encontrar a más de una niña formar parte del equipo de fútbol o soccer, baloncesto y hasta béisbol.
Así mismo, las niñas aman el karate y el judo; en cuanto al béisbol, han pasado de ser espectadoras junto a sus padres y hermanos, a integrar equipos en el vecindario y en los colegios.
En la actualidad, a los niños se les asignan tareas domésticas, como lo hacen sus hermanas.
Hacen sus camas, aprenden a cocinar, lavar los platos, lavar la ropa, cuidar de las plantas, limpiar el piso y planchar… En fin, no hay diferencias. Aunque eso pasa en la niñez, en la vida adulta, muchas cosas les son negadas a unos y otros.
Es decir, que algunas cosas no les son permitidas ni a hembras, ni a varones y si cualquiera llegara a realizarlas sería tildado de loco o inmaduro.
De esto se desprende que ciertamente hay cosas reservadas a niños y a personas mentalmente insanas. Sería una larga lista de acciones aquellas que tendríamos que enumerar, y faltaría espacio.
Aun así algunas merecen ser mencionadas. Una de ellas, es decir la verdad siempre, no engañar con las llamadas mentiras piadosas para no hacer sufrir, no estar dispuesto a soportar lo insoportable sin decir nada.
Enfrentar el engaño, desmontar las farsas con que se encubren las cosas y ante las cuales los demás, aunque lo notan, se hacen los desentendidos.
Demostrar lo que en verdad uno siente por los otros y demostrarles que uno está consciente de lo que dicen y sienten por uno.
Todas esas son cosas de locos.
Esperar y saber lo que uno realmente merece, conocer el valor propio, sentir que lo que entrega vale más que el oro y así debe ser recibido, para algunos no es más que mera soberbia… cosas de niños o de…