Tanto la abundante labor literaria como las diversas publicaciones del profesor Juan Bosch en el área de las ciencias sociales, constituyen para muchos una extraordinaria contribución al país y, muy particularmente, a la comprensión de los procesos sociales, históricos y económicos de la República Dominicana y de otros de Latinoamérica.
Su labor literaria se inicia en la década de los años 30 con su libro de cuentos Camino Real y la novela La Mañosa. También se distinguió en ese período como crítico literario y ensayista. Los cuentos, ensayos y novelas son reconocidos por su profundo contenido social, la riqueza del lenguaje y a la manera clara y real como presenta la expresión dolorosa de la vida de los pueblos que sufren bajo un régimen de injusticia.
Juan Bosch publicó, durante casi seis décadas más de 50 títulos, que incluyen cuentos, ensayos, monografía y decenas de textos en el área de las ciencias sociales.
Como literato, su producción es admirada en muchos países del mundo. Sin embargo, al finalizar la década del 1950, se produce un cambio en la vida de escritor de Juan Bosch cuando publica, en el año 1959, la obra “Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo”, en la cual analiza los aspectos básicos y las características propias del gobierno del dictador a partir de 1930. Luego publica su monografía “Apuntes sobre el arte de escribir cuentos”. A partir de esta publicación se dedica a escribir sobre historia, sociología, economía y política.
En esa nueva perspectiva se inscriben obras tales como de “Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, Frontera Imperial”, “Composición Social Dominicana”, “Breve Historia de la Oligarquía”, “Tres conferencias sobre el feudalismo”, “Clases Sociales en República Dominicana” y “El Estado, sus orígenes y desarrollo”, entre muchas otras.
Para muchos, Bosch, a través de sus escritos y sus discursos por radio y televisión, es el creador de una escuela de pensamiento político en República Dominicana. Por consiguiente, consideramos de interés estudiar su concepción sobre el Estado a través de sus escritos, a fin de comprender sus vínculos y sus diferencias con otras concepciones sobre el Estado trabajadas por autores de otros países, fundamentalmente algunos escritores contemporáneos que analizan una nueva concepción sobre el Estado en el ámbito del mundo globalizado, que, por razones obvias, tendrá que ser sustancialmente diferente.
El político y literato trabaja el concepto de Estado en varias de sus obras. Sus escritos sobre esa temática parten inicialmente de la necesidad de establecer, para el caso específico de la República Dominicana, la diferencia entre gobierno y Estado.
Al abordar la problemática del Estado, explica que aunque la Constitución Dominicana establece, en el artículo 4 del título 1, Sección 1 (de la Carta Magna vigente en el 1980), que en la República Dominicana funcionan tres poderes (el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial), y que son independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones, el Estado es sólo uno y no tres, en cualquier país del mundo. Bosch considera que la fuente de autoridad de esos poderes y la manera como se ejerce esa autoridad, están directamente relacionadas con el grado de desarrollo político de la sociedad. (Bosch, 1980, artículos de temas políticos).
Para Juan Bosch, en los países subdesarrollados, la independencia entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial es un espejismo, porque, según él, donde el desarrollo político es escaso no se percibe la existencia del Estado, al que se confunde con el gobierno. Considera que el Estado, en países como la República Dominicana, tiene el don de desaparecer a los ojos del pueblo, ya que para la mayoría de la gente, Estado y gobierno significan lo mismo y el jefe del Estado es, a su vez, el jefe del gobierno (Bosch, revista Política: Teoría y Acción, año 1, No.10, octubre, 1980).
Conceptualmente, Estado y gobierno no significan lo mismo, aunque el gobierno es el administrador del Estado. Según Bosch, los gobiernos son pasajeros y el Estado no lo es, por lo menos a corto plazo. Sin embargo, lo que hace el gobierno, las responsabilidades que asume, obligan al Estado. El Estado es el responsable de los compromisos que hacen los gobiernos.
Para Juan Bosch, el Estado no puede tener existencia si no posee el dominio de la soberanía sobre su territorio y sus ciudadanos, y en el sentimiento patriótico juega un papel muy importante, la necesidad y, por tanto, el deseo de que la patria sea independiente, lo que equivale a decir que le sea reconocida su soberanía, y sucede que el ejercicio de la soberanía es una potestad del Estado (Bosch, El Estado, sus orígenes y desarrollo, 1987). Por eso, según Bosch, las luchas por la independencia conducen de manera inevitable a la fundación del Estado y sólo el Estado puede garantizar la independencia de la patria.
Bosch entiende que los Estados no están formados por hombres solitarios, sino por sociedades que ocupan un territorio determinado y fijo; el territorio es la base permanente de sustentación del Estado (Bosch, PLD: Colección: Estudios Sociales. 1990). El Estado no es una entidad que, según Bosch, pueda existir aislada.
Precisa que el gobierno es sólo el administrador del Estado, y tiene la facultad de hacer los cambios en las personas que desempeñan funciones en el aparato estatal, sean ellas militares o civiles de cualesquiera categorías, pero no puede desmantelarlo sin provocar hechos graves.
Por eso para Bosch, la sustitución del aparato del Estado por uno diferente sólo puede ser llevada a cabo por una revolución victoriosa, y la que no lo hace fracasa rápidamente porque no podría ejercer el poder político si el Estado no responde a sus órdenes. (Bosch, El Estado, sus orígenes y desarrollo, 1987).
En ese aspecto, al abordar los orígenes del Estado, Bosch intenta dejar claro el carácter del poder político del mismo. Plantea que éste no apareció en la historia como la organización política de una sociedad completa, es decir, nacional, como la que conocemos hoy, sino que surgió como la organización política, en sociedades muy diversas, y en cada caso se trataba de una organización diferente, de acuerdo o en relación con las diferencias que sin duda había entre los países que la habitaban Para él, la existencia del Estado es el resumen de todo lo que una sociedad ha acumulado en los siglos en que ha ido desarrollando sus capacidades para enfrentar los problemas de la vida en común. (Bosch, 1987, El Estado, sus orígenes y desarrollo).
Indudablemente que con esas expresiones, Bosch deja claro que los Estados se instauran en el marco de los procesos históricos de los pueblos que van construyendo sus propios medios, mecanismos y normas de organización y control.