Jean Carlos Acosta es estudiante de Ingeniería Civil de clase media, de aspecto jovial y tan inteligente “que se come la computadora”, según lo define una vecina suya de la calle Magdalena Suero del sector San Gerónimo, en el Distrito Nacional. Sin embargo, en el expediente instrumentado en su contra se le sindica como el “anarquista” cabecilla de la célula “Anonymous Dominicana”, cuyos miembros enfrentan cargos de “ciberterroristas” por alegados ataques masivos a la base de datos de las páginas de Internet de cuatro instituciones públicas y de dos empresas privadas.
Ángel Capellán Ogando y Alvin Ismael Núñez, sin haber cumplido la mayoría de edad, son técnicos en reparación de computadoras y trabajaban por 500 pesos a la semana en dos centros de Internet de Santiago, desde donde fueron apresados para ser investigados por su presunta vinculación con la banda de los “anonymous” conjuntamente con otros tres jóvenes más.
Los seis implicados no se conocían personalmente. La primera vez que se vieron la cara fue cuando los amarraron dentro de una camioneta, como un saco, para llevarlos al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva para las medidas de coerción.
Empero, según las evidencias presentadas por el Ministerio Público, el grupo sostenía permanentes contactos e intercambios de informaciones en las redes sociales, utilizando cada cual sus respectivos alias o nicks.
“Loquitos viejos”, para algunos, por su aspecto de mozalbetes desgarbados, sus acusadores, en cambio, sostienen que son unos hackers que con sus acciones “pusieron en peligro la gobernabilidad del país”.
A ellos se les imputa la creación del foro o sala de chat 4CHAN, desde el cual se hicieron diversos ataques de denegación de servicios (Denial of Servicios o DoS, por sus siglas en inglés), el diseño de blogs y de utilizar las redes sociales de Twitter y Facebook para difundir informaciones.
Ataques
En la acusación se consigna que, a las 20:16 (8:16 de la noche) del 16 de agosto de 2011, Acosta, utilizando su alias Nmap colgó el texto: “Nos estamos concentrando en una operación sobre Educación”. Capellán Ogando, con su alias Xtreme, le respondió: “Nos vamos a sentir. Es lo que buscamos, que el Estado se enderece”.
La noche siguiente, Nmap nuevamente llamó al grupo para otro ataque. Esta es la conversación: “Entonces, vamos atacar. ¿Nos fuimos con Emarket?”, enviada a las 21:18 (9:18 de la noche), a todos los Anonymous”, y la respuesta recibida, incluyendo la de Roberto Delgado Reynoso, con su alias frank_ostia, fue “¡Disparen todos!”.
Milton David Corniell, otro de los imputados, a través de su alias zerohack, incitó a otro ataque: “¡Hey, colegas!, ¿Qué tal si atacamos a dgii.gov.do? ¿O la página del Senado?”, mientras que desde la cuenta de Twitter de Acosta o (@ZEROHACK2) preguntaba ¿Por qué no lo hacemos con la página de la Presidencia?”
La denegación de servicio a usuarios legítimos es provocada por la pérdida de la conectividad por consumo desmedido (sobrecarga) del ancho de la banda de la red de la víctima, lo que a su vez satura los puertos y hace que el servidor no dé abasto a la cantidad de solicitudes.
En opinión de los investigadores de los delitos de alta teconología un “anonymous” es lo que más asemeja a una piraña: ataca de manera masiva.
Para la fiscal del Distrito, Yeni Berenice Contreras, no hay que disponer de un equipo sofisticado para “hackear” una base de datos o una página de Internet. Sólo se necesita conocimiento y una simple conexión a la red, que incluso puede ser desde un BlackBerry o un iPhone.
“Durante la investigación, se identificó las direcciones IP de los “anonymous” que realizaron los ataques. Por ejemplo, el ataque a la Dirección General de Impuestos Internos, el 22 de agosto de 2011, por lo que se procedió a investigar a los suscriptores de las direcciones de IP que atacaron la web site de esa dependencia, y se identificaron los canales del IRC, (los protocolos que cumplen la función de comunicar a dos o más personas) y las redes sociales”, destacan los procuradores adjuntos Germán Vásquez Sosa y Juan Mateo en el expediente acusatorio.
Reacciones
No se requieren equipos sofisticados para realizar ataques cibernéticos, sino una conexión a Internet”.
Yeni Berenice Contreras
Fiscal del Distrito Nacional
Es una acusación viciada. No hay ninguna prueba fehaciente que los vincule a los hechos que se les imputan”.
Martín Peguero
Abogado
En las pesquisas pudimos comprobar que todos los imputados forman parte de la célula Anonymous Dominicana”.
Juan Mateo Ciprián
Procurador fiscal