Casa de Teatro surgió de la idea de cuatro amigos, entre ellos, Freddy Ginebra y Ángel Haché; es un centro cultural fundado en 1974 por un grupo de jóvenes quienes entendían la necesidad de crear un espacio independiente e innovador.
En la actualidad, es un referente y un espacio abierto al talento nacional y al arte en todas sus manifestaciones.
Casa de Teatro mantiene un calendario de actividades culturales permanente, entre ellas obras de teatro, espectáculos de danza, exposiciones de pintura, artes visuales y música.
Cuenta con una sala de espectáculos, dos de exposiciones y un café concierto. Casa de Teatro mantiene una serie de premios y concursos para estimular la creación dominicana y de la región.
El lugar, que constituye un referente cultural, inició con una sala de exposiciones y para hacer teatro los actores debían trasladarse al patio.
Con el tiempo y por las crecientes necesidades se fueron formando todos los rincones culturales de la casa.
Hoy en día la entidad consta además de las tres salas de exposiciones -dos grandes y una pequeña- de un salón con 250 butacas.
Casa de Teatro le da la oportunidad a los artistas conocidos y a los jóvenes que nunca han expuesto sus talentos al público. Lo mismo pasa con la música.
Es, en esencia, un espacio y un medio de expresión y difusión de la cultura.
Fue en las instalaciones de Casa de Teatro, donde se gestaron las carreras artísticas de Juan Luis Guerra y Michael Camilo, una satisfacción enorme que, para Sonia de Ginebra, forma parte de los frutos que exhibe la entidad.
Freddy Ginebra es el gestor cultural de la casa, él es quien continuó con ese sueño de muchachos que arriba a sus 41 años de mano con el arte y al lado de los artistas.
Por el escenario de esta casa de arte y cultura han desfilado los artistas dominicanos más sobresalientes de todas las épocas, entre ellos, Víctor Víctor, Sonia Silvestre, Luis Díaz, Marel Alemany y Pavel Núñez.
Casa de Teatro es de las pioneras en establecer los concursos literarios en el país. Se realizan concursos de pintura, de fotografía y de cuentos. Sonia explica que la casa es visitada por un público fijo, hasta la cuarta generación. “Vienen los abuelos, los padres, los hijos y los nietos. Siempre recibe un público fijo”. Este es un espacio que está abierto desde las nueve de la mañana y hasta las dos de la madrugada.
Los estudiantes se acercan a hacer sus tareas, le buscan los libros, además de poner a disposición de ellos un área de internet, la administradora de la institución cultural, cree que no debe limitarse solo a la Zona Colonial, sino que debe haber un espacio dedicado al arte y a los artistas, como Casa de Teatro.
Los frutos de la casa
De Casa de Teatro nacieron otras entidades culturales como: Teatro Guloya y Teatro Las Máscaras, dirigido por Lidia Ariza y Germana Quintana. Son teatros pequeños, creados por muchachos que salieron de la entidad. El vínculo no se ha roto, por lo que han seguido trabajando en conjunto.
“Casa de Teatro ha llenado un gran vacío en la Zona Colonial. Somos una fundación sin fines de lucro. Vivimos de las donaciones de los amigos de la casa, que saben que lo que aportan va a ser bien utilizado. Nunca hemos tenido problemas. Buscamos becas, mandamos estudiantes fuera del país.”
Patrocinamos los gastos que los becados van a utilizar. El procedimiento es que el artista, que ha hecho una solicitud para estudiar en España o en Cuba, viene acá y a través de Casa de Teatro, hay compañías que ayudan con los pasajes de los estudiantes y la Casa sigue dándole apoyo”, afirma Sonia Ginebra, tras explicar que la zona necesita más lugares como Casa de Teatro.
Cuenta con talleres artesanales, pero que las casitas estaban muy deterioradas y el Ayuntamiento del Distrito Nacional, prometió entregarles otras nuevas, que aún están esperando. Pero la labor de Casa de Teatro va más allá de una expresión cultural, las obras de bien social forman parte de su itinerario.
En Bonao, junto a un grupo de monjas latinoamericanas, se encargan de dar apoyo y cuidado a unas 22 niñas abandonadas. Para ofrecer ayuda a estas niñas, con edades entre los cinco y 18 años, reúnen ropa, medicina, juguetes y comida.
“Nosotros realizamos labores sociales que hemos tenido que suspender por falta de recursos.”
Una gran familia
Sonia de Ginebra afirma que Casa de Teatro es una gran familia, pues algunos de los empleados están ahí desde que la entidad abrió sus puertas. En la mañana trabajan ocho personas, pero ese número se incrementa para las actividades nocturnas. Algunos artistas aportan un 30 por ciento de las ventas de sus exposiciones, algunos aportan un 20% o lo que puedan. Si no logran vender, antes de retirar las obras de arte, el artista le regala una a la institución. “Freddy lo deja como exposición permanente, pero los artistas lo donan con la idea de que podamos venderlo y obtener dinero.”
En el caso de los artistas, se les cede el espacio del bar, la venta de boletas corresponde al artista.
En este caso, el único beneficio se obtiene de las ventas del bar. “Aquí al artista no se le cobra, pero cuando necesitamos realizar un concierto para recaudar fondos, los artistas trabajan gratis”. Solo dos veces al año, la casa recibe el dinero de las boletas, cuyos recursos se destinan al festival de Jazz, con ese dinero se paga a los artistas internacionales y el alquiler de los instrumentos”.
Lamenta que por el reducido apoyo económico, han descontinuado algunos de sus trabajos sociales, como el de la escuela Rayito de Sol, una institución que ofrece atención a niños especiales, principalmente con Síndrome de Down.
Empero, agradece la solidaridad de los empresarios que siempre dicen presente, como Marino Mendoza, el propietario de Adrian Tropical, “que siempre dice presente”.
Los trabajos en la zona
Los trabajos que están realizando en la Zona Colonial, afecta las actividades que se llevan a cabo en el centro cultural, al igual que a otras instituciones, públicas y privadas, así como a los centros culturales y de diversión del área.
La dificultad para desplazarse, la falta de parqueos, la estrechez de las vías, convierten en un caos las visitas a la Ciudad Colonial. Aunque remodelar y adecuar el lugar sea una excelente medida, la tardanza desespera a quienes residen, laboran y visitan la zona.
Historia y trayectoria
Casa de Teatro se inauguró el 31 de julio de 1974 y, un año más tarde, el 5 de agosto de 1975,obtuvo la personalidad jurídica,quedando instituida como fundación sin fines de lucro y organización no gubernamental.
El proyecto de lograr abrir este espacio de cultura junto a un grupo de amigos, se convirtió en realidad, se inició la tarea que con el paso del tiempo comenzó a dar sus frutos.
En el lugar, encuentran espacio aquellos que sueñan con alcanzar un día la categoría, quienes al lograrlo, nunca olvidan donde nació su carrera y por eso siempre vuelven a su “casa”.