Continúa el padre Las Casas su relato como sigue. De la Isabela vino Francisco Roldán y su compañía á la Vega, al pueblo de un señor Cacique, que se llamaba Marque, el cual pueblo estaba dos leguas de la fortaleza de la Concepción, para buscar tiempo y sazón para tomarla; la cual tomada, pensaba mejor señorearse de toda esta isla y haber al Bartolomé Colon á las manos, al cual temía él más que á otro, porque era hombre muy esforzado y de mucho valor, y por esto era público que lo andaba por matar. Vino Francisco Roldán con 60 ó 70 hombres, muy armados en forma de guerra, al pueblo del gran señor y rey Guarionex (cuya mujer y reina, se dijo, y el Almirante lo escribió á los Reyes, este Roldán tomó y usó mal della), el cual pueblo distaba de la fortaleza de la Concepción obra de dos tiros de ballesta, donde estaba un capitán, García de Barrantes, que yo bien cognoscí, é tenía 30 hombres á cargo (porque había el Almirante, y después su hermano D. Bartolomé Colón, como arriba se ha tocado, repartido la gente por los pueblos de los indios para comer, y también porque sintiesen los indios que velaban sobre ellos), y dijo allí á algunos que se pasasen á él. El capitán Barrantes metió dentro en una casa, por importunidad, ó por fuerza, ó por grado, á los 30 hombres, requiriendo al Francisco Roldán que se fuese con Dios, que ellos estaban en servicio del Rey, y él andaba como le placia; y respondióle Roldán, que juraba á Dios que lo había de quemar á él y á todos los 30 que allí tenía dentro en la casa, y tomóle todas las cosas que tenía de comer, por fuerza. Fué á la fortaleza de la Concepción, y quisiera entrar en ella; el Alcaide, que era Miguel Ballester, le cerró las puertas y no le quiso admitir, viéndole venir con tanta gente y tan armada.
En estos días llegó Bartolomé Colón á la fortaleza de la Magdalena, y allí supo la alteración de Francisco Roldán, y á un Diego de Escobar que allí estaba, y creo que era Alcaide entonces della, el cual se había desmesurado en palabras contra él… mandóle prender, y después dióle la fortaleza por cárcel, aquel día, y mandóle que otro día se fuese tras él á la Isabela; el cual no curó de su mandado, sino envió un hombre de caballo, y debía ser á llamar á un Pedro de Valdivieso , el cual topó en el camino, y ambos se fueron al pueblo del Cacique Marque á juntar con el Francisco Roldán, y desde á pocos días, vino un hidalgo que se llamaba Adrián de Muxica, con cierta gente, á la Magdalena, y toma al Diego de Escobar y vánse á juntar, en el dicho pueblo, con el dicho Francisco Roldán. De donde parece, que había concierto entre todos ellos, días había ya tratado, de alzarse. Este Pedro de Valdivieso y el Adriano y Diego de Escobar eran de los principales hombres desta isla, los cuales yo cognoscí bien cognoscidos, … Ido D. Bartolomé á la Isabela, como halló robada el Alhóndiga del Rey, é á su hermano desobedecido y maltratado, y supo los que seguían á Roldan, y que cada día sentía que crecían en número, no osaba salir de la Isabela, temiendo que todos debían ser en la rebelión.