Las actividades del Ministerio de Obras Públicas en el Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo son más que visibles. Sea mediante las “facilidades viales”, por cierto, son tantas y en cualquier sitio, o los elevados. Ya quisieran los usuarios de la carretera Azua-Barahona ver ese ánimo laborioso por esos lares. Esa vía está “en construcción” desde los meses finales del 2012. Los sureños de ese lado de la región, que es la misma que espera por la presa de Monte Grande, se preguntan por qué será que no la terminan. El ministro Gonzalo Castillo es de por ahí y el presidente también nació en el otro costado del Sur, en la bella San Juan. ¡Caramba!

¡Cómo los partidos han mostrado sus debilidades! Por más que la JCE quiso ayudarlos, no tuvo más alternativa que ponerlos en evidencia. Se critica la falta de democracia. Ya eso es historia. Lo que más se devela es la pobre gerencia, la precaria cultura administrativa. Algunos nuevos podrían ser excusados, pero en la generalidad de los casos, lo que se ve es que no aprenden. Imagínense mañana, cuando les otorguemos facultades para mandarnos con todas las de la ley. Quizás se conformarán con decir: Total, también quienes mandan ahora han mostrado iguales discapacidades, y gobiernan. Pero deben aprender el arte del autogobierno. Se puede fracasar en la competencia, pero en el entrenamiento no. ¡Caramba!